El tráfico ilícito de personas migrantes se ha convertido en un problema grave que agrava con la disponibilidad de herramientas tecnológicas que permiten iniciar un viaje desde la selva del Darién (Colombia) hasta la frontera de Estados Unidos. Los “coyotes” o “polleros” hoy pueden guiar ‘on line’ a familias enteras por rutas con menos vigilancia y evitar robos, pues los pagos los realizan familias que ya viven en la Unión Americana.
El fácil acceso a las redes sociales no solo es utilizado con fines delictivos, sino ahora también sirven para agilizar la obtención de algunos documentos personales e iniciar trámites documentarios consulares que son necesarios para ser presentados ante los jueces de inmigración cuando se tiene un caso de asilo pendiente.
Consulados acreditados en EEUU, como los de Honduras, El Salvador, México y Perú, han encontrado en la conectividad la mejor aliada para dinamizar sus servicios consulares. Y es que los movimientos masivos de migrantes han cobrado mayor relevancia tanto por número como por frecuencia a partir de octubre de 2018.
Hoy en Washington, DC, en los consulados mencionados se pueden obtener los documentos requeridos para obtener los documentos de identidad (DUI, DNI, Registro de identificación), pasaportes, copias certificadas del acta de matrimonio, nacimiento, judiciales, constancia registral de matrimonio y propiedades, entre otros.
La tecnología ahora permite que muchos migrantes puedan participar en los procesos electorales de sus países gracias la optimización de las redes de conexión, algo que empieza a ser posible gracias a la cooperación internacional.
Pero, tanto los expertos, políticos y usuarios, entienden que para lograr una masiva inclusión digital se necesita reducir las brechas de acceso a internet, capacidades básicas, educativas, a servicios básicos y la “llave mágica” es la de conectividad. La llegada de miles de nuevos migrantes a Estados Unidos está obligando a muchos gobiernos a atender los requerimientos documentales de las personas que proceden de zonas rurales o alejadas de las grandes ciudades.
Desde el año 2020 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desarrolla diversos programas de cooperación técnica en varios países de América Latina destinados a mejorar la conectividad, así como responder de forma adecuada a las exigencias documentarias de los migrantes que decidieron iniciar una nueva vida en terceros países.
Felipe Muñoz, jefe de la Unidad de Migración del BID, dijo recientemente que el fenómeno migratorio que hoy se registra en la región tiene como característica principal la ‘vocación de permanencia” y eso debe ser entendido como una “oportunidad económica” para los países de acogida.
Durante el lanzamiento del llamado a la acción “Conectividad educativa en zonas complejas” en el 2022, el BID manifestó que en el Siglo XXI la conectividad no es un artículo de lujo, sino un derecho. “Durante la pandemia del COVID-19 quedó demostrado que a través del internet millones de personas pudieron comunicarse y se aseguró la continuidad en el aprendizaje debido al cierre de las escuelas, colegios y universidades.
Calvario venezolano
Venezuela es el peor ejemplo, pues al romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos en el 2019 los consulados venezolanos cerraron sus puertas y dejaron de realizar trámites consulares para sus conciudadanos. A la fecha miles de venezolanos no puede gestionar pasaportes, renovar cedulas de identidad o pedir duplicados de partidas de nacimiento. Debido al caos político, tecnológico y burocrático del país caribeño, no existe la posibilidad de realizar las gestiones a través de plataformas digitales.
La corrupción afincada en muchas dependencias públicas en Caracas obliga a los venezolanos a pagar “coimas” de hasta 4.000 mil dólares si se desea obtener un pasaporte nuevo, mientras que para obtener una cita en los consulados de Ciudad de México (México), Bogotá (Colombia) o Roma (Italia) se tiene que realizar una “contribución” de 1.000 dólares.
El problema se agudiza con la llegada masiva de venezolanos a Estados Unidos, quienes luego de cruzar la frontera y entregarse a los oficiales de inmigración para pedir asilo, necesitan reunir diversos documentos personales (partidas de nacimientos, pasaportes, documentos de identidad, registros penales, certificados de estudios, etc.) para ser presentados ante un juez de inmigración.
Estados Unidos es el cuarto país que cuenta con un mayor número de venezolanos, de acuerdo con la División de Población de Naciones Unidas: Colombia, con 1,8 millones; Perú, con 942.000; Chile, con 524.000; y Estados Unidos, con 506.000.
Florida es el estado que cuenta con un mayor porcentaje de población venezolana (51 %), seguida de Texas (14 %) y Nueva York (4 %) en el período comprendido entre 2017 y 2021.
Buenas iniciativas
El Consulado General de Honduras en Washington ha duplicado sus esfuerzos para agilizar la entrega de pasaportes el mismo día de la cita. Ahora los hondureños residentes en el área tendrán la opción de obtener dicho documento pagando $75.00 dólares, cuya validez es por diez años.
Los funcionarios consulares, que declinaron identificarse, dijeron que para evitar demoras innecesarias es necesario hacer una cita de manera virtual en http://citaconsular.sreci.gob.hn. También se requiere obtener previamente el Documento nacional de Identidad (DNI), el cual puede obtenerse el mismo día.
Los consulados de El Salvador en Virginia y Maryland cuenta con plataformas digitales que permite la obtención de pasaportes en 24 horas, registros de estado familiar, DUI e iniciar los trámites para poderes generales (https://rree.gob.sv/servicios-consulares/).
Consulado General del Perú en Washington ofrece citas “on line” de lunes a viernes de 9:00AM a 4:00PM y los interesados puede iniciar las gestiones para la obtención de pasaportes biométricos, DNI, expedición de salvoconductos, asistencia humanitaria, visas. Autorización de viaje de menores de edad, registros civiles y poder por Escritura Pública. Para más detalles pueden escribir al consulado@conperdc.org.
El Consulado General de México en Washington también ofrece trámites a través de sus plataformas digitales como registro civil, pasaportes, carta de antecedentes penales, poderes notarias y hasta asistencia para solicitar becas educativas (https://consulmex.sre.gob.mx/washington/index.php/registro-civil-y-poderes-notariales).
Fatalidad al acecho
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas, en las Américas durante el año 2023, se registraron 1.275 vidas perdidas a consecuencia que en la región miles de personas migrantes se ven empujadas a utilizar rutas migratorias irregulares, por selvas, desiertos, lugares inhóspitos, carreteras peligrosas, o al tener que navegar por riesgosas rutas marítimas incluso bajo condiciones ambientales extremas.
Monseñor Mark J. Seitz, obispo de El Paso y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), dijo hace unos días que mientras los empleadores estadounidenses continúan luchando por cubrir más de nueve millones de puestos vacante, los trabajadores inmigrantes siguen siendo necesarios y más vulnerables
“Los trabajadores inmigrantes son parte integral de la vida de nuestra nación. Cuidan nuestros campos, mantienen nuestras carreteras y dotan de personal a nuestros hospitales. A través de estos y otros actos, trabajan para todos nosotros. Sin sus contribuciones, las comunidades estadounidenses se paralizarían. No sólo trabajan en algunas de las condiciones más arduas, sino que frecuentemente cuentan con protecciones legales limitadas y son más susceptibles a la trata de personas y otras formas de explotación. Lamentablemente, los riesgos que enfrentan muchos trabajadores inmigrantes quedaron subrayados recientemente con el colapso del puente Baltimore Key, en el que seis trabajadores inmigrantes perdieron trágicamente la vida”, señaló el obispo Seitz.
Destacó que la Iglesia sigue comprometida a garantizar los derechos y la justicia para quienes trabajan humildemente en las sombras, e instamos a los líderes a emprender reformas muy necesarias que reconozcan sus contribuciones esenciales.
