El último fin de semana el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, celebró una misa especial para honrar la memoria de los hombres, mujeres y niños esclavos desconocidos que están enterrados en cementerios que ahora pertenecen la arquidiócesis. También se bendijeron cinco placas que serán colocadas en la entrada de los campos santos para recordar a nuestros hermanos afroamericanos.
Durante su homilía reconoció el testimonio de los católicos afroamericanos, quienes a través de épocas de esclavitud, segregación y racismo, siempre se mantuvieron firmes en su fe, nunca dejaron de orar y a través del tiempo se convirtieron en fuentes de reflexión para generar tanto el dialogo como la reconciliación.
Agregó que en nuestra arquidiócesis siempre se trabaja para concretar el compromiso de la unidad y combatir el racismo, así como reafirmar el don de nuestra diversidad.
"Nos hemos reunido ahora para comenzar a corregir un error y corregir una falla, una falla grave e injusta. Parece que durante décadas y décadas, por no decir siglos, nuestros hermanos y hermanas en la fe que fueron esclavizados, que vivieron en esclavitud humana, fueron tratados con la misma injusticia en su entierro. Muchos ni siquiera recibieron ninguna placa que registrara su nombre", enfatizó el arzobispo de Washington
Señaló que la intolerancia y el racismo no desaparecerán si previamente todos no realizamos esfuerzos concertados que nos permitan avanzar a la luz de la fe, abrazando a todos nuestros hermanos y entendiendo que los fieles heridos por el pecado del racismo nunca deben ser olvidados.
El cardenal Wuerl recordó que para eliminar el racismo de nuestra sociedad se requiere actuar de manera solidaria con nuestros hermanos haciendo prevalecer la justicia, compartiendo el amor y viviendo en paz. “En Cristo, todos somos hermanos el uno para el otro”.
Al concluir su homilía, arzobispo de Washington bendijo las placas donde se recuerda a los hermanos y hermanas en la fe que murieron mientras estaban bajo la esclavitud de la esclavitud. "En este gesto simple y momento solemne, hacemos una declaración visible y permanente de que, en un terreno hecho santo por sus restos como un templo del Espíritu Santo, los marcamos y recordamos".
Actualmente, la arquidiócesis de Washington cuenta con cinco cementerios católicos principales y dos cementerios menores, así como más de cuarenta cementerios parroquiales. En 1858 en nuestra capital se fundó el cementerio Mount Olivet, que es el único cementerio arquidiocesano con tumbas conocidas de población esclavizada. Los otros cuatro cementerios se establecieron después de la abolición de la esclavitud, pero también contarán con las placas para honrar a los esclavos anónimos de la región.
Es importante recordar, que en noviembre del año 2017, el cardenal Donald Wuerl publicó su carta pastoral “El Desafío del Racismo Hoy”, en donde pedía la unidad entre todas las personas para enfrentar el "mal persistente del racismo".