La tarjeta de residencia o tarjeta verde (green card) es el sueño de todo indocumentado. Celia Rivas, coordinadora de los Servicios de Inmigración de Caridades Católicas reitera que la forma de obtenerla es por: un familiar, trabajo, asilo/refugiado, leyes especiales humanitarias o por la Lotería de Visas.
En un reciente taller de inmigración, Celia explicó que hay otros recursos disponibles para obtenerla y son los siguientes:
-La Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA). Las disposiciones de VAWA permiten que ciertos cónyuges, hijos y padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes puedan presentar una petición por si mismos, sin el conocimiento del abusador. Esta ley da seguridad e independencia a las víctimas y el agresor no será notificado sobre la presentación del caso.
-Visa U. Proporciona protección migratoria a las víctimas que han sufrido daño físico o mental significante como resultado de un delito específico que indica esta ley. El solicitante debe argumentar y certificar que ha sido de gran ayuda, es útil, o es probable que será de ayuda para a la policía, fiscalía, juez federal o estatal, el Departamento de Seguridad Nacional o cualquier agencia con facultades investigativas en el proceso legal del delito. El crimen debe haber violado las leyes de EE.UU.
-Visa T.- Permite a las víctimas permanecer en los Estados Unidos y ayudar a las autoridades policiales en la investigación o el proceso legal de casos de trata de personas.
-Visa Juvenil (SIJS) - Permite a los menores solteros abusados, abandonados o descuidados por parte de uno o ambos padres recibir la residencia permanente. Requiere la sentencia de un tribunal estatal.
-Cancelación de Deportación. Permite un alivio migratorio a las personas que están en procedimiento de deportación. Los requisitos son los siguientes: 1) Haber vivido en los Estados Unidos por 10 años o más. 2) Demostrar buen carácter moral 3) Debe demostrar que su cónyuge, padre, madre o hijo menor de 21 años que sea residente permanente o ciudadano estadounidense sufrirá una dificultad extrema e inusual. Las dificultades personales no cuentan.
Un ciudadano estadounidense o Residente Permanente puede traer a su familia a los EEUU de diferentes formas, dice Celia. Las peticiones familiares son trámites que duran varios años y esta experta comentó lo siguiente:
“Para los ciudadanos: La espera para cónyuge, hijos menores de 21 años y padres es breve. La espera para hermano/a puede demorar más de 7 años. La espera para los hijos solteros o casados mayores de 21 años puede ser de más de 7 años.”
“Para residentes permanentes: La espera puede tomar varios años inclusive para cónyuge e hijos. No se puede pedir a los padres, hermanos o hijos casados.”
Celia recomienda a las personas indocumentadas que están buscando solucionar su situación migratoria que consulten con un abogado privado o acudan a una organización comunitaria como Carecen (202-328-9799) o Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Washington (240-858-0958). Ofrecen citas virtuales los lunes de 1-5PM, martes o jueves de 9AM a 1PM o los miércoles de 3 a 7PM.
Localice una oficina legal de Caridades Católicas en diferentes ciudades de EE.UU.: catholiccharitiesusa.org/about-us/find-a-local-agency.