A pocas semanas de que llegue el verano, la limpieza y reparación de las piscinas tiene ocupados a muchos trabajadores hispanos del área. Ellos son los responsables de cambiar tuberías averiadas durante el invierno, revisar el correcto funcionamiento de las depuradoras, los filtros y las bombas de agua.
Estas labores, que en el pasado eran exclusividad de ciertas compañías, ahora están siendo asumidas por pequeñas empresas hispanas que brinda un servicio a tiempo, de calidad y a buen precio. Este es el caso de la familia salvadoreña Villalobos, cuyos integrantes debieron incursionar en este rubro debido a la pandemia del COVID-19 en el 2020.
“En la pandemia los trabajos de mantenimiento, cocina y limpieza de oficina se paralizaron. Varios miembros de mi familia estaban desempleados y todos necesitábamos trabajar para comer. Un día el administrador de unos apartamentos me llamó para preguntar si podíamos reparar los azulejos (gresite) de la piscina y yo, sin saber ese tipo de trabajo acepte de inmediato, confiesa Heriberto Villalobos.
En dos días, narra el inmigrante salvadoreño, reunió a su hermano Andrés (cocinero) y José (limpieza), así como a tres sobrinos, y se presentó para iniciar las obras. “Yo tenía experiencia en construcción, pero nunca había trabajado en reparar los pequeños azulejos (gresite) que revisten las paredes de las piscinas y evitan la absorción del agua”.
Los integrantes de la familia Villalobos, presionados por la necesidad y los efectos colaterales de la pandemia, en pocos días se convirtieron en “trabajadores expertos” en el uso de taladros eléctricos para remover el fondo de la piscina, cambiar tuberías y hasta reparar bombas de agua.
“Probando descubrimos que existen pegamentos que se pueden utilizar bajo el agua, preguntando a los amigos supimos como reparar los bordes internos de las piscinas, determinar si se requiere hormigón, láminas de poliéster, aluminio o lonas de PVC. Nuestra primera obra duro tres semanas, cometimos algunas fallas, pero aprendimos y ahora todos nos dedicamos todo el año al mantenimiento de piscinas, piletas decorativas y todo trabajo que implique concreto y agua”, dijo Heriberto Villalobos.
Durante y después de la pandemia del COVID-19 muchos trabajadores hispanos aprendieron a revalorar su trabajo e iniciaron nuevos rumbos laborales que hoy les permiten ganar más dinero o disponer de más tiempo para dedicárselo a sus familias.
En el 2020 la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos advirtió que los sectores que perderían trabajadores serían: recreación, hotelería, turismo, transporte, construcción, lavanderías, agricultura, talleres de confección, preparación de alimentos y mantenimiento.
Hoy pese a que la pandemia de salud es historia, todavía los sectores antes mencionados que continúan teniendo problemas copar los puestos vacíos.
Es importante recordar que durante el verano miles de niños aprovechan las vacaciones y concurren a las piscinas todas las semanas, así mismos se convierten en centros de trabajos temporales para cientos de jóvenes universitarios que laboran como salvavidas o en funciones administrativas.
