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Señales inquietantes de la micción masculina

Una persona de la tercera edad es entrevistada por EFE para conocer si tiene problemas al momento de miccionar. Foto/EFE

Sin saber el porqué, o sabiéndolo, el chorro de tu micción flojea como el caudal de un riachuelo en verano; o te despiertas una o más veces por la noche con ganas de orinar; y quizá te duela la zona genital cuando consigues hacer pis, incluso puede que observes algo de sangre en la orina.

Javier, Óscar y José son tres hombres maduros, tres hombres de verdad, de carne y hueso, que de una u otra manera sufren estas molestias o dolencias en el silencio del escusado, donde al bajar la mirada sospechas que tu próxima cita inexcusable será en la consulta de Urología.

Allí, todos nosotros, sentados con cara de circunstancia, quietecitos, miramos fijamente a especialistas como la Dra. Carmen González Enguita, uróloga jefa y cirujana del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, para escuhar: "La próstata será la palabra clave de nuestra conversación".

La próstata, atravesada por el conducto uretral, es una pequeña glándula sexual masculina situada debajo de la vejiga, delante del recto, con una misión reproductiva.

A partir de cierta edad, circunstancias hormonales protagonizadas por la testosterona van a determinar su crecimiento, inflamación que la relacionará con algunos síntomas miccionales.

"La peculiar situación anatómica de la próstata, debajo de la vejiga, hace que los problemas que puedan sufrir los hombres a lo largo de su vida, más aún a partir de los cincuenta años de edad, se traduzcan en síntomas al orinar", destaca la uróloga.

Estos síntomas están vinculados a una entidad más compleja, la unidad vésico-prostática, y con los síntomas del Tracto Urinario Inferior (TUI), a su vez relacionados con la HBP (hiperplasia benigna de próstata).

La micción, proceso complejo y dinámico que nos delata

Cuando un hombre o una mujer tienen ganas de orinar, porque su vejiga está llena, el organismo envía una señal al cerebro a través del sistema nervioso, que en un pispás nos induce a buscar un cuarto de aseo.

Encontrado el inodoro oportuno, el cerebro cursa una nueva orden para que la vejiga se contraiga y se vacíe de líquido a través del esfínter uretral, que conduce la orina hasta el exterior, si no intervienen otros obstáculos.

En este sentido, pueden existir procesos o enfermedades que ocasionan problemas durante la micción, modificadores que podrán obligar a realizar una prueba diagnóstica de análisis de orina, urocultivo, ecografía, flujometría, incluso un posible estudio urodinámico.

"De estas acciones de llenado y vaciado, relajación y contracción, se pueden obtener registros y datos mediante análisis tecnológicos específicos: un estudio urodinámico desentrañará el funcionamiento de la vejiga del paciente", destaca la Dra. González Enguita.

Pero la edad varonil, que no sólo se refleja en el color del pelo, si es que todavía queda alguno para peinar el flequillo, suele estar detrás de una serie de disfunciones relacionadas con la vejiga, la próstata o la uretra:

  • Disuria: dolor o escozor al realizar la micción.
  • Dificultad o retraso al intentar miccionar.
  • Disminución del chorro de la miccción.
  • Chorro entrecortado, aparece y desparece.
  • Goteo al terminar el chorro o hilo de la micción.
  • Goteo posterior a la micción.
  • Sensación permanente de ganas de orinar y de no haber vaciado la vejiga.
  • Nicturia: necesidad de levantarse a orinar por la noche, una o más veces.
  • Polaquiuria: orinar muchas veces con micciones de poco volumen.
  • Necesidad urgente de orinar.

Javier, ¿el fluido de tu micción es fuerte, normal o débil?

"Yo creo que es normal para los 68 años que tengo, al menos es lo que me dice el urólogo. Cuando era joven dibujaba un arco, al igual que empalmaba una noche de juerga con otra. Ahora, lógicamente, ya no sucede ni lo uno ni lo otro. Toda cambia con la edad", subraya.

Doctora Carmen González Anguita, ¿por qué el fluido de la micción puede estar debilitado?

"La debilidad del chorro es uno de los primeros síntomas por los que un paciente consulta al urólogo. Se da cuenta de que la fuerza y el calibre de la orina no son las que demostraba en otras etapas de su vida. Es mucho más fino", explica.

"Esto, junto a otros síntomas o formas de orinar diferentes, son las que le llevan directamente a nuestra consulta, donde solemos identificar a la próstata como origen de lo que está pasando", continúa.

"El paciente tiene dificultad para el vaciado de su vejiga, es decir, nos encontramos ante un problema obstructivo debido a la presión que ejerce el agrandamiento de la próstata; aunque puedan diagnosticarse otros problemas", completa.

¿Ante este síntoma de debilidad, el varón debe pedir cita en urología?

"Por supuesto; los hombres con este síntoma urinario tienen que consultar para comprobar que no les sucede nada fuera de lo común, nada extraño; sino que forma parte del devenir de su vida, de la evolución natural por su edad", expone.

Óscar, ¿Cuántas veces se levanta de la cama por la noche para orinar?

"Al menos una vez, aunque pueden ser más. Me despierto porque siento ganas de orinar y, por tanto, me levanto de la cama para hacer pis, pero sin sobresaltos", responde.

Doctora Carmen González Anguita, ¿qué ocasiona que se miccione con frecuencia durante las horas del sueño?

"Es otro de los síntomas por los que el paciente acude a la consulta preocupado por su salud prostática, puesto que esta señal urinaria la identifican claramente con su próstata. Me dicen: 'Cuando era joven nunca me levantaba a orinar por la noche y ahora lo hago una, dos, tres o más veces'", cuenta la uróloga.

"La próstata, asociada al envejecimiento del paciente, tiene una parte de la responsabilidad en el número de micciones nocturnas; es lo más común... Pero no siempre. Otras situaciones de la salud provocan que también nos levantemos por la noche", aclara.

"Descubrimos que estos pacientes no duermen bien porque sufren trastornos del sueño; o diagnosticamos, por primera vez, que son diabéticos (las alteraciones metabólicas hacen que el riñón produzca más orina cuando estamos tumbados); o alertamos de problemas cardíacos ocultos", relaciona.

En este mismo sentido, pueden ser pacientes que se acuesten con preocupaciones familiares y laborales que no les dejan dormir, situación de incomodidad que provoca, a su vez, que se levanten de la cama muchas veces.

"En otras ocasiones, simplemente, son personas que beben mucha agua y tienen unos hábitos inadecuados a partir de ciertas horas del día; hábitos que debemos corregir cuanto antes", añade.

¿Esta frecuencia de micción nocturna puede deberse a la prostatitis?

"Podría ser una prostatitis, pero no es el síntoma fundamental. La prosatitis demuestra unos síntomas mucho más floridos tanto por el día como por la noche, pero no exclusivamente durante la noche", recalca.

José, ¿alguna vez has sentido dolor al hacer pis, incluso ha orinado un poquito de sangre?

"Dolor, sí; tuve dolor hace un tiempo y por eso fui al médico, pero sangre no. Me dolía porque me costaba orinar, ya que todo iba muy lento, tardaba mucho tiempo. Tenía que hacer un gran esfuerzo para vaciar la vejiga y yo no veía, se podría decir, el hilo de pis", asegura.

Doctora Carmen González Anguita, ¿por qué sentimos dolor al hacer pis?

"Por bastantes motivos. Y es precisamente en la consulta de urología donde se ponen en valor las causas realizando un buen análisis del historial clínica del paciente. Nos centraremos en los detalles que producen dicho dolor y su posible relación o no con la aparición de sangre en la orina", aporta.

Se determiman diagnósticos diferentes en función de cada persona, como es lógico.

"No es lo mismo que ese dolor y ese sangrado en la orina sean de una mujer joven que acaba de tener una relación sexual, donde seguramente hablaríamos de una cistitis, sobre todo si esa orina es sonrosada, que sea en la orina de un varón, también joven, que podría significar inflamación, una prostatitis", acota.

Igualmente, no es lo mismo que el tipo de dolor sea debido a que un varón no pueda orinar al tener coágulos en la vejiga, producto de otra enfermedad.

"Esa sangre ya no será sonrosada, sino roja muy oscura, coágulos negruzcos que estarán generando un dolor por retención aguda de orina", especifica.

"No todos los cuadros patológicos son iguales. Debemos detallar de manera minuciosa lo que está pasando en el interior del cuerpo del varón, etiquetando cada síntoma en una situación concreta", alerta.

"Por lo tanto, estos procesos no son benignos o malignos por sí mismos, sino que cada situación se estudiará en función del mejor historial clínico y una exploración física completa, añadiendo las pruebas diagnósticas necesarias", concluye la jefa de Urología de la FJD.



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