Las consecuencias humanas de la migración que diariamente se observan en la frontera colindante con México no pueden ser ignoradas, por lo que es urgente mostrar solidaridad con los miles de hermanos que son víctimas de violencia, abusos físicos, sufrimientos y desesperanzas, dijo el obispo Evelio Menjívar Ayala, durante una conferencia sobre inmigración realizada en la Universidad Católica de América (CUA). el 11 de abril de 2024.
Señaló que todos tienen el anhelo común de tener un sistema migratorio más ordenado, que reconozca la realidad de la migración y promueva la justa aplicación de la ley civil, pero mientras eso ocurre en el plano político, todos quienes creen en Dios deben ver a los migrantes como hermanos, portadores de fe y cultura que anhelan que se respete su dignidad humana y sueñan con el bien común como mandan los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
“Muchos migrantes como yo, se han visto forzados a dejar sus tierras para mantener a sus familias, tener una mejor educación o escapar de la persecución. Yo de adolescentes deje mi casa en Chalatenango (El Salvador) y después de tres intentos cruce la frontera en los 90 para instalarme primero en Los Ángeles, para luego radicar en Maryland. La solidaridad y alegría de muchas personas me ayudó fortalecer mi fe en Dios”, manifestó el obispo auxiliar de Washington, durante la conferencia organizada por la CUA y la organización Migration and Refugee Services.
Agregó que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha sido clara en indicar su apoyo y solidaridad con los hermanos migrantes, comprometiéndose a abogar en favor de políticas de migración favorables y justas. “Es importante recordar que los migrantes recién llegados y los que esperan en la frontera son miembros de la familia de Dios, tienen sueños, están dispuestos a aceptar nuevos retos y solo esperan una oportunidad”.
Monseñor Menjívar Ayala fue enfático en señalar que es necesario entender, analizar y responder a lo que sucede diariamente en la frontera, respuesta que tiene que ser creativa y coordinada que ayude a fortalecer la fe, esperanza y caridad de los migrantes y de todo el pueblo de Dios.
También recordó que en diciembre de 2022 el cardenal Wilton Gregory, arzobispo de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, anunció que el papa Francisco había nombrado a un salvadoreño y un argentino como como obispos auxiliares.
“La noticia me sorprendió mí y al padre Juan Espósito-García. El nombramiento nos permitió renovar nuestros votos de difundir el Evangelio, cumplir con la misión de Cristo y servir fielmente a nuestra Iglesia, al clero y a los fieles”, concluyó el obispo Menjívar Ayala su participación en la conferencia titulada “Respondiendo a las realidades cambiantes en la frontera de los Estados Unidos y más allá”.
