La Pascua es el amanecer de un mundo nuevo y el comienzo de una nueva era que transforma toda la creación y nos invita a todos a empezar a vivir de un modo nuevo dentro de esta creación perfeccionada, expresó el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, el Domingo de Pascua el 31 de marzo de 2024.
“Todos nacemos de nuevo, por el agua y el Espíritu Santo. Así como aquel primer nacimiento que experimentamos se realizó al pasar por las aguas amnióticas de la vida, también nuestro nuevo nacimiento se realiza a través de las aguas de la pila bautismal”, dijo el cardenal en la Misa de Resurrección celebrada en la catedral de San Mateo Apóstol en Washington, DC.
Dijo que los recién bautizados en la Vigilia Pascual, quienes se están incorporando en la Iglesia, nos recuerdan que “el seno de la Iglesia ha vuelto a dar a luz nuevos hijos, resplandecientes con el Crisma de la Salvación. Todo es nuevo a la luz de la Resurrección de Cristo”.
Durante su homilía, el arzobispo Gregory recordó a los presentes el momento clave en que cambió la historia del mundo: “María Magdalena fue al sepulcro muy de mañana, cuando aún estaba oscuro y vio removida la piedra del sepulcro".
El cardenal señaló que algo relacionado con el tiempo se inmiscuye en la narración de esta importantísima historia de fe. Para el evangelista Juan, dijo, era muy importante tener en cuenta que estos hechos ocurrieron el primer día de la semana -el domingo- y muy temprano por la mañana.
“El primer día de la semana, el mismo día en que Dios comenzó su creación en primer lugar -en la oscuridad antes de que saliera el sol- el hijo verdadero resucitó”, según nos dicen las escrituras.
“La historia de Juan trata de la recreación del tiempo y de todos los elementos que Dios había creado al principio de los tiempos”, dijo el homilista subrayando que “la Pascua reinicia todos los relojes y calendarios de nuestras vidas y futuros. La Pascua es el primer día de la nueva creación. Todo lo que Dios había creado inicialmente y que en su momento había juzgado como muy bueno, ha sido ahora perfeccionado en la Pascua”.
El cardenal dice que la criatura más asombrosa de Dios, el hombre, se hizo nueva y aún más semejante a Dios en Pascua. “La criatura que Dios había creado a su imagen se ha convertido en un reflejo aún más fiel de Dios. Todos los defectos e imperfecciones en la creación fueron corregidos el Domingo de Pascua. La oscuridad es desterrada para siempre debido a este nuevo día de la creación”.
En el domingo de Pascua que conmueve a los católicos y reúne a las familias junto a la mesa para celebrar, todo gira entorno a Jesús resucitado y el cardenal nos recuerda que “Jesús es el nuevo Adán, perfecto en todos los sentidos, y su resurrección es el comienzo de una nueva era que, en el tiempo de Dios, nos llevará a todos a esa nueva creación”.
El arzobispo Gregory destacó en su mensaje dominical, que “la Resurrección es la corrección y la transformación de todo lo que era defectuoso en el primer universo. Jesús mismo es el hombre nuevo perfecto y el prototipo de lo que todos llegaremos a ser en la nueva creación de Dios”.
Pascua es el domingo más importante para los católicos, en el cual concluye la Semana Santa de reflexión sobre la pasión y muerte de Cristo, como un camino hacia la conversión personal. Celebramos “una vez más esta fiesta primordial del calendario cristiano y se nos recuerda que debemos cambiar nuestros relojes… para anticiparnos a vivir en un nuevo momento de perfección, gracias a la Resurrección de Cristo de entre los muertos”.
Ajusten los relojes y calendarios, nos dice el cardenal, “no sólo para que sean más precisos, sino para que nos recuerden a todos que ha amanecido un nuevo día y que estamos destinados a vivir para siempre, en el tiempo de Dios. Amén. ¡Aleluya!” Usted puede ver la Misa de Pascua celebrada por el arzobispo de Washington en: https://www.youtube.com/live/fIEvDmNpfaM?si=802RqhS-pa4g-x-Z
