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Los días especiales de junio bajo el prisma de la fe

Cada año, el leccionario de junio parece rebosar de celebraciones especiales y fiestas litúrgicas. Además de las celebraciones dominicales habituales de la Santísima Trinidad y de Corpus Christi, el mes de junio incluye ahora las celebraciones laicas anuales del Día del Padre y de Juneteenth (Día de la Liberación) el 19 de junio. Parece que muchos días de este mes están dedicados a una ocasión especial y todos ellos deben, además, competir con las celebraciones de graduación y las conmemoraciones de aniversarios. No hay duda de que los días de junio están repletos de ocasiones felices. 

Ahora bien, a veces, es un reto hacer brillar la luz de la Palabra de Dios sobre acontecimientos que, aunque sean especialmente importantes, no coinciden necesariamente con las lecturas litúrgicas del momento. Nuestros sacerdotes hacen todo lo posible por utilizar el leccionario de la Iglesia para destacar otros momentos que son especiales en la vida de nuestro pueblo, incluso cuando una celebración tenga un origen secular, cosa que también puede ser un desafío. Las lecciones bíblicas que nos brinda la misa a menudo tropiezan con otras circunstancias de nuestra vida. 

A todos nuestros orgullosos graduados, les insto a que reflexionen no solo sobre lo que han logrado, sino también sobre lo que Dios ha hecho en la vida de cada uno: darles una educación de calidad, una familia que les quiere y muchos amigos que les apoyan. Los logros académicos que ustedes han alcanzado deberían hacerles reflexionar sobre todo lo que han recibido como regalo efectivo de la generosidad de otros —y muy especialmente de Dios— así como todo lo que han conseguido gracias a su propio arduo trabajo y a sus aptitudes y habilidades. 

Los aniversarios felices no son simples premios a la persistencia y la perseverancia, sino también ocasiones para recordar la fidelidad de Dios en la vida de cada uno. La tienda Hallmark ofrece una lista de regalos que suelen asociarse con un aniversario particular, regalos que tienden a ser más valiosos y a costar más con cada aniversario. Casi todas las personas que han logrado alcanzar un aniversario determinado dirán con toda probabilidad que el valor espiritual de cada año no tiene precio. 

El Día del Padre se celebra en día domingo y eso es una feliz coincidencia, ya que los domingos siempre elevan a Nuestro Padre Celestial al trono central de nuestra adoración. Aunque haremos una pausa para honrar a los papás, abuelos y padrastros, en el corazón hemos de saber que el Padre de todos nosotros supera incluso a los mejores papás humanos de cualquiera de nosotros. 

Sabemos que es fácil refundir estas celebraciones como si de algún modo fueran de la misma importancia. La fe nos dice que incluso las que aparecen al margen de cualquier momento litúrgico pueden ayudarnos a discernir la presencia de Dios también en ellas. Y estos momentos seculares se enriquecen cuando se miran con el prisma de la fe. Junio es un mes repleto de momentos felices, que lo son aún más cuando reconocemos que Dios tiene el lugar de privilegio supremo que le corresponde en cada uno de ellos.

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