Abrir un nuevo negocio en medio de la pandemia e incertidumbre económica, es un desafío e implica un riesgo que tres inmigrantes venezolanos están dispuestos a enfrentar. Gabriela y Carlos Alcázar junto a Mariela Oviedo, abrieron su restaurante "Brazza Steaks on Stakes" el 23 de marzo en Sterling, Virginia, para ofrecer carne en vara al estilo sudamericano.
La pandemia ha provocado un gran caos en diversos ámbitos laborales. Sin embargo, la perseverancia y la fe tienen un peso muy grande a la hora de consolidar el trabajo arduo de la gente -dijeron los socios con un entusiasmo difícil de ocultar.
Les da confianza que los gobiernos locales están flexibilizando las restricciones y aumentando la vacunación contra el COVID-19, lo cual favorecerá a los comercios. Además, la primavera y el cheque de estímulo económico están moviendo la economía e impulsando a más consumidores hacia restaurantes y tiendas.
"Sabemos que establecer una empresa siempre acarrea riesgos, pero no tenemos temor. El producto es muy bueno y tenemos la seguridad de que nuestro negocio será exitoso", le dijeron a El Pregonero.
"La carne en vara tiene un sabor diferente por el hecho de ser cocinada directamente en leña. Su sabor ahumado es único", contó Gabriela Alcázar Arias al inaugurar su nuevo negocio. "La carne en vara es típica de Venezuela, Colombia y Brasil; pero a nivel local, es una innovación", agregó su esposo Carlos.
A la carne de res y cerdo (puerco) le insertan un trozo de madera y la colocan encima de la brasa hasta su punto exacto de cocción. Los sándwiches de cerdo, carne y chorizo también son parte del menú que cuenta con varios acompañamientos: arroz, yuca, plátanos, frijoles negros, papas fritas, ensalada de repollo con piña y ensalada de tomates con cebolla. El platillo no estaría completo sin el flan de fresas o de coco y el quesillo que ofrecen a los comensales.
Sin duda, una experiencia culinaria al estilo latino -dice la pareja.
La conquista de un sueño
La idea de establecer un restaurante surgió en 2006, cuando Los Alcazar escucharon una canción, al trasladarse por la autopista interestatal. Pero recién en 2021 se concreta, luego de ver que "todo fue fluyendo de una manera tan armoniosa" que Gabriela lo asocia a su fe y al plan de Dios.
Gabriela y Carlos llegaron a Estados Unidos en 1996. Se conocieron en Miami y se casaron al año siguiente. Tienen tres hijos adultos criados en su hogar fervientemente católico en Ashburn, Virginia.
Antes de la crisis del coronavirus, ambos contaban con buenos trabajos en el área hotelera, pero la pandemia les afectó laboralmente a los dos.
Ella se quedó sin ingreso por varios meses hasta que la reengancharon ofreciéndole un puesto en otro hotel y un día a la semana.
Él era director de recursos humanos en un hotel de 110 empleados. Fue uno de los cinco que no despidieron. Estaba agradecido de tener empleo; pero saturado de responsabilidades, trabajando horas extra, seis días a la semana y con poco tiempo para compartir con la familia.
Desde 2019 empezaron a ofrecer carne en vara a nivel privado. Llegaban a las fiestas y cocinaban en el patio. Ya en plena pandemia, empezaron a cocinar en su casa para eventos y los organizadores lo recogían. "Nos dimos cuenta de que el producto gustaba mucho y que era innovador. Los seguidores nos alentaban y decidimos que era el momento de establecer el restaurante", dijo Carlos, quien dejó su puesto de trabajo en septiembre para enfocarse totalmente en el nuevo proyecto.
Estos parroquianos de la Iglesia Cristo Redentor (Diócesis de Arlington, VA) se unen a su socia Mariela Oviedo (familiar) para desarrollar un plan de negocios, buscar el local adecuado, el financiamiento privado y gubernamental. También invirtieron sus ahorros para ir encaminándose a la meta.
Durante los ocho meses de planificación enfrentaron varios retos -como la reducción de ingreso familiar y la remodelación del local-, pero fueron superando los obstáculos en un esfuerzo 100% familiar. No estaban produciendo e invertían todo el tiempo en el nuevo negocio. Entonces, los tres hijos, la abuela y hasta los amigos cercanos contribuyeron en la medida de sus posibilidades para salir adelante.
"Cuando uno quiere algo, todo se va dando, todos los obstáculos se van disipando en el camino. Nos sentimos bendecidos de poder concretar un sueño", dicen Los Alcázar. "Todos nuestros planes, sueños y esperanzas están puestos en nuestro nuevo restaurante y estamos seguros de que vamos a salir adelante en medio de la pandemia", afirman con mucha fe.
Gabriela confiesa que está muy apegada a la Virgen María. La Guadalupana y la Milagrosa están conmigo todo el tiempo -dice quien ha heredado ese fervor católico de su madre.
Carlos comparte la misma experiencia religiosa con una madre muy devota que les inculcó el rezo a sus hijos, la importancia de la bendición de Dios y el positivismo. "Todo eso se lo debo a mi familia", dijo quien vincula su convicción católica al nuevo negocio.
Creemos en hacer el bien y, cuando obras de buen corazón, buenas cosas tienen que venir hacia ti -dijo convencido.
El sueño latente que nació con una canción y les ha venido impulsando, no pudo ser destruido con la pandemia. "Esta época terrible para el mundo, nos dio la oportunidad de establecer este negocio. Dios sabe lo que hace. En él confiamos que todo será un éxito".
El restaurante será atendido por los tres socios y dos empleados. Ya tienen planes de entregar a domicilio, de ampliar el alcance más allá de Sterling e incluso de establecer un segundo restaurante.
"La comunidad hispana es muy trabajadora. Nosotros venimos de nuestros países a trabajar, a mejorar nuestra vida y la economía local y a cumplir nuestros sueños", según Gabriela, quien considera que ahora su familia está más cerca de realizar el sueño americano.
Su esposo le dice a los inmigrantes soñadores que sus sueños pueden surgir en cualquier momento y que no los dejen morir. "En algún punto llegará el momento de concretarlos".
Carlos considera que su nueva empresa es mucho más que eso: Es una forma de dar a conocer la cultura hispanoamericana a la comunidad en pleno. "Al cocinar carne en vara, tal como se cocina en los llanos de mi país, estamos exportando la cultura venezolana. El nuestro es un restaurante venezolano, pero nuestra culinaria es para todos.
"¡Vengan! Son bienvenidos todos aquellos que disfrutan de la buena comida, excelente servicio y grato tiempo en familia. ¡Los esperamos!", dijo Gabriela.
El restaurante "Brazza Steaks on Stakes" está ubicado en: 46970 Community Plaza, Sterling, VA 20164 (local 111A). Está abierto al público y recibe órdenes para recoger, de martes a jueves de 11AM a 8PM, de viernes a sábado de 11AM a 9PM y los domingos de 11AM a 6PM.
Para información y ordenar del variado menú, pueden llamar al (571)262-7828. Para mayores detalles, visite Brazzasteaks.com y siga a estos emprendedores hispanos en Instagram @brazzasteaks.