Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

Arquidiócesis Católica Romana de Washington cuenta con cinco nuevos sacerdotes

El cardenal Robert W. McElroy, en el centro, posa con los cinco nuevos sacerdotes para la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, luego de la misa de ordenación celebrada en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, el 21 de junio de 2025. (De izq. a der.) El padre Chukwuma Odigwe, el padre Daniel Morrison, el padre Louis McHale, el cardenal McElroy, el padre Gerard Gayou y el padre Marco Cerritelli. Foto/Andrew Biraj

La Arquidiócesis Católica Romana de Washington cuenta con cinco nuevos sacerdotes: Marco Antonio Cerritelli, D. Gerard Gayou, Louis Martin McHale, Daniel Eric Morrison y Chukwuma Collins Anthony Odigwe.

Fueron ordenados el sábado 21 de junio del 2025 en una ceremonia especial de ordenación encabezada por el arzobispo de Washington Robert McElroy, quien describió el servicio como “un maravilloso momento en nuestra iglesia local”.

El cardenal lo anunció como una noticia de gran alegría: “Cinco hombres ricos en talentos y con un corazón dedicado al Señor nuestro Dios, que se preocupan por su pueblo, llenos de compasión y comprensión, conscientes del sacrificio, la alegría y las maravillas que les esperan hoy, dan sus vidas al servicio de nuestra iglesia local”.

Les dio gracias a los cinco por “el gran regalo, el regalo supremo de entregar toda su vida al Señor de manera sincera y plena, sabiendo que la gracia que les rodea a ustedes y sus familias (aquí presentes) es una señal de esa gracia continua que les han prodigado en sus vidas y la gracia de nuestros sacerdotes y obispos aquí presentes, que les rodean con su fe y su testimonio”.

El rito

La ordenación sacerdotal es una solemne ceremonia que se realiza a través de la imposición de manos y la invocación del Espíritu Santo.

La misa comenzó con la liturgia de la palabra: la lectura del libro del profeta Jeremías y de la carta a los hebreos (en español). Luego, el rito de ordenación sacerdotal comenzó con la llamada y presentación de los candidatos al cardenal.

“Es precisamente en tus sacrificios como sacerdote donde encontrarás la gloria más profunda de Cristo resucitado, que es el fundamento último de nuestras vidas, nuestro discipulado y nuestro sacerdocio.

Dios te ha traído por caminos muy diferentes hasta este momento y te lanzará por caminos diferentes cuando salgas de esta iglesia.

Nunca subestimes la gratitud de Dios por el compromiso que contraes hoy. Nunca pierdas de vista la humanidad y la gloria de tu sacerdocio, y nunca dejes de comprender que el Señor caminará siempre contigo como nuestro único buen pastor, que nunca deja atrás a una sola oveja, ni siquiera por un momento”, les dijo el cardenal a los cinco hombres de fe en el altar.

Seguidamente, su eminencia aprobó la elección y con un aplauso la asamblea -casi tres mil personas- aprobó la decisión.

El cardenal hizo referencia a cada uno de ellos a tono personal enfocándose en el llamado vocacional. “Para todos ustedes, sus familias han sido una fuente constante de gracia de Dios y vocación”, reconoció. Entonces, agradeció a sus padres por sus sacrificios llamándolos por sus nombres.

Basándose en el Evangelio, el celebrante les dijo a los nuevos servidores: “El sacerdocio que recibes hoy no es tu sacerdocio, es el sacerdocio de Dios. No es una posesión, ni un estatus, ni un logro; es un llamado continuo a adaptarse a la persona de Jesucristo desarrollando cada vez más profundamente las virtudes que hay en el corazón de Jesús: la oración, la compasión, integridad, esperanza, amor, alegría, valentía, integridad, perdón, obediencia y sacrificio”.

Se hizo un examen de los candidatos y ellos hicieron sus promesas. Se acercaron al cardenal uno a uno y, de rodillas frente a él, pusieron las manos entre las del arzobispo y prometieron obediencia y respeto a él y a sus sucesores.

Entonces, los presentes ofrecieron oraciones por los nuevos sacerdotes, pidiendo la intercesión de ángeles y santos. Luego de la letanía de los santos, el cardenal impuso las manos sobre cada uno de los candidatos, pidiendo al Espíritu Santo que les llene de gracia y sabiduría. Después, todos los sacerdotes presentes impusieron sus manos a los candidatos.

El punto importante fue cuando el cardenal McElroy, con las manos extendidas sobre los hombres de fe, dijo la plegaria de ordenación. Entonces, a los nuevos sacerdotes se les colocó la estola y la casulla -símbolos de su ministerio-. Acto seguido, el cardenal ungió con el Santo Crisma las manos de los sacerdotes arrodillados ante él. Se entregan las ofrendas al cardenal y él se las presenta a los ordenados como signo de su ministerio celebrando la eucaristía.

El arzobispo les dio un saludo fraternal, así como los obispos auxiliares y algunos sacerdotes. Seguidamente subieron al altar como nuevos sacerdotes para saludar a los arzobispos eméritos Donald Wuerl y Wilton Gregory, así como a los obispos auxiliares de Washington Roy Campbell y Evelio Menjívar.

La última parte de la ceremonia es la Liturgia de la Eucaristía. Entonces, los cinco sacerdotes concelebraron su primera misa junto con los sacerdotes presentes y bajo el liderazgo del arzobispo McElroy. Por primera vez, dieron el pan a quienes acudieron con gozo a la ceremonia de su ordenación.

Si usted o alguien que usted conoce siente el llamado a la vida sacerdotal, visite adw.org.

La misa de ordenación puede verse en youtube.com/watch?v=T_jeM731xT0.



Cuotas:
Print


Secciones
Buscar