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Compromiso de construir un mundo mejor, piden en celebración del Divino Salvador del Mundo

Feligreses procesionan con la imagen en andas del Divino Salvador del Mundo en los predios de la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland, donde se celebró la misa en honor del patrono de El Salvador, el domingo 4 de agosto de 2024. Fotos/ Javier Díaz

“La diversidad nos invita a trabajar unidos para la construcción de un mundo mejor y nos lleva a apoyarnos unos a otros”, expresó el domingo 4 de agosto el padre Norberto Marroquín de la Diócesis de la Ceiba, Honduras, en la misa en honor al Divino Salvador del Mundo celebrada en la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland.

Durante la homilía aplaudió este tipo de celebraciones que unen a los centroamericanos, en especial a los salvadoreños, ya que “son motivo para enriquecernos de la cultura de nuestros pueblos”.

Los fieles se unen a estas fiestas de fe en Estados Unidos y en El Salvador. “Es una invitación a transfigurar nuestras vidas”, dijo el homilista.

Comentó que en El Salvador están realizando novenas en honor al Divino Salvador y las familias participan en persona o virtualmente. Igualmente lo están haciendo los obispos en la catedral de San Salvador. “Los arzobispos y obispos han instado a que esta celebración sea una invitación a asumir responsabilidades”, dijo.

Familias con vestidos típicos participan en la misa en honor del Divino Salvador del Mundo celebrada en la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland, el domingo 4 de agosto de 2024.
Familias con vestidos típicos participan en la misa en honor del Divino Salvador del Mundo celebrada en la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland, el domingo 4 de agosto de 2024.
El padre Norberto Marroquín de la Diócesis de la Ceiba, Honduras, fue el celebrante principal de la misa en honor al Divino Salvador del Mundo celebrada en la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland, el domingo 4 de agosto de 2024.
El padre Norberto Marroquín de la Diócesis de la Ceiba, Honduras, fue el celebrante principal de la misa en honor al Divino Salvador del Mundo celebrada en la parroquia San Marcos en Hyattsville, Maryland, el domingo 4 de agosto de 2024.

“Se espera que (esta fiesta) lleve a los creyentes a asumir el compromiso de transformarse uno mismo y al país para trabajar siempre por un mundo mejor”.

Haciendo eco de las palabras de San Óscar Arnulfo Romero, el primer santo salvadoreño, dijo que “es un compromiso para seguir trabajando, fortalecidos por la Eucaristía, que es el pan de vida”.

Instó a los presentes a ser solidarios ante la tragedia de nuestros pueblos latinoamericanos y agradeció las muestras de solidaridad de la comunidad local cuando hay emergencias en Centroamérica. “Necesitamos de su ayuda y de sus oraciones”.

El sacerdote habló de la importancia de despertar el espíritu misionero. “Hay necesidad de misioneros en algunos países como Cuba, Honduras y Bolivia”, comentó.

Ante la multitud que acudió a esta misa, el sacerdote invitado pidió a Dios “que siga caminando con nosotros”. Considera que la sinodalidad nos invita a caminar juntos, a apoyarnos unos a otros para ir al encuentro con Jesús.

“Qué el Divino Salvador del Mundo nos ayude a transformar nuestra vida y nuestros sueños. Asumamos el compromiso de construir un mundo mejor, donde reine la justicia y la paz”, dijo el padre Marroquín.

Enaltecen a Cristo

La fiesta del Divino Salvador del Mundo, feriado en El Salvador, es en honor a Cristo y para recordar que los españoles llegaron a tierras cuscatlecas el 5 de agosto, en vísperas de la Fiesta de la Transfiguración (6), y rebautizaron la zona como El Salvador.

Allá, la multitud sale en procesión desde la basílica del Sagrado Corazón hasta la catedral de San Salvador, con la imagen de Cristo encima del mundo. Frente a la catedral el mundo se abre y la imagen se sumerge en el mundo, mientras la gente espera con gran alegría. Poco a poco el mundo se vuelve a abrir, Cristo emerge otra vez, salen palomas, explotan los fuegos artificiales, toca la banda militar, la gente aplaude en medio de una gran algarabía y gozo por ver a Cristo transfigurado. Al día siguiente, 6 de agosto, se lleva a cabo la solemne misa con el alto clero.

“Es mi patria sagrada. No se me olvidan mis tradiciones”, expresó Reina Velásquez (63) al concluir la misa en San Marcos. Esta inmigrante llegó del Departamento La Unión, en El Salvador, a Estados Unidos en 1981 y a pesar del paso de los años sigue con su tradición religiosa y disfruta compartiendo con su comunidad. “Es nuestro salvador”, subrayó.

Estas fiestas patronales salvadoreñas se celebran en la mayoría de las parroquias con ministerio hispano en la Arquidiócesis Católica Romana de Washington.

Además de la celebración litúrgica, en San Marcos lo celebraron con una colorida procesión, venta de comida típica salvadoreña, piñatas, rifas y diversión para las familias.

El feligrés Óscar Guatemala (39) se siente orgulloso "de haber nacido en ese bello país de El Salvador y tener un patrono como el Divino Salvador del Mundo. Nos sentimos bendecidos y alegres de ser salvadoreños", dijo quien reside en Laurel, Maryland.

"El Divino Salvador es un símbolo muy importante para nosotros, que ha salvado nuestro corazón y nuestro país", según Anabel Osorio (44). Al concluir la misa en San Marcos, recordó que, en plena guerra civil en su tierra natal, se destruyeron puentes, estructuras y el sistema eléctrico, pero dice que este símbolo de Dios y de la fe del pueblo no pudo ser destruido. El monumento, la imagen, "ha quedado como un emblema en la capital, San Salvador, como un símbolo" para no olvidar la guerra que padeció ese pueblo.

Definitivamente, estas manifestaciones de religiosidad popular de los católicos hispanos son una contribución a la iglesia norteamericana. Hacen más rico el mosaico de fe que es la Iglesia Católica en EEUU.



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