León XIV responde en las páginas de la revista "Piazza San Pietro" a un psicólogo que relata su experiencia junto a jóvenes y familias en un tiempo de turbulencias, miedos, inseguridad y soledad. El Pontífice invita a vivir la Navidad como un tiempo de sobriedad y caridad concreta y señala a los jóvenes el ejemplo de San John Henry Newman, que puede ayudar a combatir "la oscuridad del nihilismo" y construir una verdadera "civilización de paz".
El nuevo número de la revista Piazza San Pietro, dirigida por el padre Enzo Fortunato, está dedicado a la Navidad como tiempo de escucha, acogida y cuidado. Una edición especial, dedicada a la Noche Santa alrededor del mundo, la Navidad entre el don y el consumo, sin olvidar nunca a los pobres, y el tema de la Paz con el título "Dios no quiere guerra ni violencia". La revista se abre con la carta al papa León firmada por Antonio, un psicólogo de cuarenta años de Pagani, en la provincia de Salerno, y con la respuesta del Pontífice en su primera Navidad como Obispo de Roma. Antonio cuenta una vida dedicada a los más frágiles, inspirada por San Alfonso María de Ligorio y San Francisco.
Comparte su compromiso diario junto a los jóvenes y las familias, entre "turbulencias, miedos y una búsqueda hiperbólica de reconocimiento" que a menudo enmascara inseguridad y soledad. Observa un tiempo en el que "equivocarse es un delito y no tener éxito es un fracaso total", pero también una juventud sedienta de Dios, "necesidad para quien cree, esperanza para quien no cree". En este clima de cansancio generalizado, Antonio reconoce en los abuelos "el elogio de la imperfección" y recuerda a todos "el don inconmensurable de nuestra unicidad". Por ello, pide al Santo Padre una palabra que pueda "atravesar el corazón" de los muchos jóvenes que lleva consigo.
En su respuesta, León XIV aborda tres temas centrales de la Navidad. En primer lugar, recuerda la importancia del testimonio cristiano como camino para que los jóvenes se encuentren con Cristo: un testimonio sencillo, auténtico, madurado en la oración, en la vida comunitaria y en la conciencia de ser "continuamente amados por Dios".
A continuación, el Papa invita a vivir la Navidad como un tiempo de sobriedad y de caridad concreta: evitar las compras desenfrenadas, que transforman los regalos en objetos de deseo en lugar de signos de belleza y de esperanza.
Asimismo, el Santo Padre propone un gesto capaz de devolver el sentido a la fiesta: "Invitemos a la cena de Navidad a una familia pobre o incluso solo a una persona sola". Para el Pontífice, la pobreza —material y existencial— sigue siendo "una urgencia inaplazable", como también se recordaba en su primera Exhortación apostólica Dilexi te.
Finalmente, recuerda a los jóvenes la luz del ejemplo de San John Henry Newman, proclamado Doctor de la Iglesia el sábado 1 de noviembre durante el Jubileo del Mundo Educativo. Un maestro del diálogo y de la educación que, afirma el Papa, puede ayudar a combatir "la oscuridad del nihilismo" y a construir una verdadera "civilización de paz". El Papa concluye asegurando su oración por Antonio, animándole a no desanimarse en su misión junto a los jóvenes, y dirige sus deseos de Feliz Navidad a todos los lectores de la revista Piazza San Pietro.
La portada del número de diciembre de Piazza San Pietro está dedicada a los niños y al pensamiento del Papa León XIV para los más pequeños, con el anuncio, el pasado 19 de noviembre, de la segunda Jornada Mundial de los Niños, prevista en Roma del 25 al 27 de septiembre de 2026.
