El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, denunció este lunes, en la segunda y última jornada de la cumbre de los BRICS, en Río de Janeiro, que el "negacionismo" climático y las medidas unilaterales "está corroyendo" los avances y "saboteando" el futuro del planeta.
"Una década después del Acuerdo de París, faltan recursos para la transición justa planeada, esencial para la construcción de un nuevo ciclo de prosperidad", dijo Lula en su discurso de apertura del último debate de la cumbre de líderes de los BRICS, dedicado al medioambiente y la salud.
El dirigente progresista, anfitrión de la cita, recordó que para alcanzar ese objetivo es necesario "triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética", y afirmó que es "inaplazable" una transición "justa" para "el fin del uso de combustibles fósiles y la deforestación".
Brasil, potencia mundial de energía verde, pero también petrolera, busca en esta cumbre de los BRICS fijar una posición común de los once miembros permanentes del foro emergentes de cara a la cumbre mundial del clima (COP30), que se celebrará en la ciudad brasileña de Belém, en noviembre.
No obstante, llegar a un consenso ambicioso es una quimera, pues el grupo está formado por otros grandes productores de hidrocarburos, como Arabia Saudí, Rusia, Irán y Emiratos Árabes Unidos, y lo lidera China, uno de los países más contaminantes del planeta.
Además, Estados Unidos, otra de las naciones que más contaminan, ha girado de forma radical su política climática desde el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca en enero pasado, al volver a retirar a su país del Acuerdo de París e incentivar los combustibles fósiles.
En este contexto, Lula reconoció que "el 80 % de las emisiones de carbono son producidas por menos de 60 empresas, la mayoría de los sectores de petróleo, gas y cemento".
Y responsabilizó al "mercado" financiero por incentivar proyectos de esa naturaleza, que van a contracorriente de la sostenibilidad.
"En 2024, los 65 mayores bancos del mundo se comprometieron a conceder 869.000 millones de dólares para el sector de combustibles fósiles", denunció Lula, quien durante su mandato ha incentivado las inversiones de la petrolera estatal Petrobras en Brasil.
Con todo, el gobernante advirtió en su discurso que el calentamiento global avanza "a un ritmo más acelerado del previsto", y que los bosques tropicales, como la Amazonía, se acercan a su "punto de no retorno", poniendo en riesgo su capacidad para regenerarse.
No obstante, aseguró que los países del Sur Global, parte de ellos en los BRICS, tienen condiciones de "liderar un nuevo paradigma desarrollo, sin repetir los errores del pasado".
"No seremos simples suministradores de materias primas. Necesitamos acceder y desarrollar tecnologías que permitan que participemos en todas las etapas de la cadena de valor", aseveró. (EFE)