La comunidad inmigrante de Nueva Orleans (Luisiana) se prepara para un operativo migratorio de gran escala que comenzaría esta semana con la llegada de centenares de agentes de la Patrulla Fronteriza, agencia que encabeza la campaña del presidente Donald Trump para lograr deportaciones masivas.
Se espera que al menos 200 agentes de la Patrulla Fronteriza inicien el operativo pautado para la primera semana de diciembre, según fuentes citadas por ABC.
La Casa Blanca ha echado mano de los agentes fronterizos para intensificar redadas en Los Ángeles, Chicago, y más recientemente en Charlotte, donde se arrestaron más de 200 personas en el operativo ‘La telaraña de Charlotte’, que concluyó el pasado 20 de noviembre.
Greg Bovino, comandante general de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), supervisó personalmente los operativos anteriores, y según las fuentes citadas por la televisora, también estaría a cargo del despliegue en Nueva Orleans, principal ciudad del estado de Luisiana.
En un mensaje en su cuenta de X, Bovino advirtió que los inmigrantes deben estar atentos al endurecimiento de los operativos, pero no especificó el lugar hacia donde se dirige.
«Prepárense, señoras y señores, la aplicación de las leyes de inmigración alcanzará un nuevo nivel», afirmó.
“A quedarse en casa”
La llegada de los agentes federales ha obligado a colectivos basados en Nueva Orleans a cancelar la atención en persona a los inmigrantes.
La organización Unión Migrante anunció el domingo en sus redes sociales que ha suspendido hasta “futuro aviso” todos los eventos en persona, debido a los operativos de la Patrulla Fronteriza que se avecinan.
No obstante, la organización dijo que ofrecerá servicios de forma virtual e instó a los inmigrantes a “no arriesgarse y, si pueden, quedarse seguros en casa”.
Nueva Orleans es un enclave demócrata en un estado dominado por los republicanos, donde opera una de las cárceles migratorias más cuestionadas por defensores de los derechos humanos.
La mitad de la población inmigrante de Nueva Orleans proviene de Latinoamérica, según datos del Censo. Una buena parte llegó para ayudar a la reconstrucción de la ciudad después de ser arrasada por el Huracán Katrina en 2005.
El operativo en esta ciudad hace parte de la promesa del presidente Trump de realizar deportaciones masivas de hasta un millón de extranjeros al año, una cifra que se ha convertido en una prioridad para la Casa Blanca.
