La Fiesta de la Epifanía del Señor nos recuerda que no basta saber, festejar y alegrar ante el nacimiento del Hijo de Dios, sino que todos también debemos imitar a los Reyes Magos y salir en busca del Jesús para que reine en nuestros corazones, dijo el arzobispo de Washington, Wilton Gregory.
“El significado de la Epifanía es muy amplio. Dios aprecia la disposición de muchos fieles a ir en busca del niño Jesús, pero para descubrir plenamente su humildad, hermandad y amor es importante desprendernos de la zona de confort en la que vivimos diariamente”, manifestó hoy el cardenal Gregory en la misa por la fiesta de Epifanía celebrada en la catedral de San Mateo Apóstol.
Recordó que el niño Jesús es la luz verdadera que ilumina a la humanidad y es la luz de mundo, la cual nosotros debemos seguir a pesar de los problemas diarios, las sombras que se presenten en el camino o las desilusiones provocadas por los hombres.
“En este nuevo año tenemos que escuchar e interpretar lo que nos dice el Evangelio. Es momento de fortalecer la espiritualidad, de ser ejemplo de fe y de buenos cristianos. Jesús nació para mostrarnos el camino de vida y en esta fiesta nos recuerda que debemos seguir su luz”, señaló el arzobispo de Washington.
Puntualizó que en la Epifanía no solo se reconoce la divinidad de Jesús, sino que también se comprueba la presencia de Dios encarnado. “En esta fiesta debemos dar gracias por la demostración de amor de Dios para con sus hijos”.
El cardenal Gregory concluyó su homilía diciendo que la Fiesta de la Epifanía del Señor, es la fiesta de la manifestación al mundo de la presencia de Dios y que el niño Jesús nos pertenece a todos.
La solemnidad de la Epifanía es una fiesta de la Iglesia donde se celebra la manifestación de Cristo a las Naciones en las personas de los Reyes Magos. Según el calendario de la Iglesia, su celebración es el 6 de enero, pero por lo general se celebra el primer domingo de enero.