Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

La inmigración sigue siendo prioridad para los obispos de EEUU

Un grupo de líderes católicos se reunieron el 22 de octubre de 2025 frente a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Filadelfia como parte de las vigilias de oración nacionales "Una Iglesia, Una Familia". Foto/OSV/Gina Christian

La cuestión de la inmigración es “un tema candente” para los obispos estadounidenses, precisó el arzobispo Paul Coakley a Vatican News en una entrevista tras su elección como nuevo presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).

La situación casi única de Estados Unidos como una nación de inmigrantes, una nación “construida sobre la experiencia migratoria”, impulsa la necesidad de los Obispos de acompañar y apoyar a las comunidades de inmigrantes en todo el país, ayudando a aliviar sus temores y brindando el acompañamiento que necesitan, puntualizó el Arzobispo.

Pero más allá del apoyo y el acompañamiento, continuó, existe la necesidad de “el tipo de incidencia apropiado”, que implica que los obispos utilicen su influencia “para abogar por el bien de la nación en términos de acoger a los inmigrantes y ayudar a garantizar que las leyes de nuestra nación y los procedimientos y procesos dentro de nuestra nación faciliten un proceso de migración fluido para los inmigrantes”, incluidos los trabajadores religiosos que migran a los Estados Unidos.

En particular, expresó que los obispos de EEUU están trabajando para estar atentos a las necesidades de “nuestros hermanos y hermanas inmigrantes”, para suavizar la retórica que rodea a la inmigración y “calmar los temores de tantos que viven en la inseguridad”.

También destacó la necesidad de que el país proteja sus fronteras y se asegure de que “la inmigración se lleve a cabo de manera ordenada”.

Teniendo estas preocupaciones en mente, el Arzobispo Coakley explicó que los obispos quieren tranquilizar tanto a los inmigrantes como a los ciudadanos ante el miedo y la incertidumbre. “Nuestro objetivo”, sostuvo, “es acompañar a nuestros hermanos y hermanas migrantes, pero también trabajar para promulgar leyes justas que rijan la inmigración y asegurar que aquellos que necesitan estar en el país puedan permanecer con sus familias”.

Agentes e instrumentos de comunión

Consultado sobre el modo en el que los prelados pueden ayudar a sanar las divisiones en el país, acotó que están trabajando para seguir el ejemplo del papa León XIV “para ayudar a ser agentes e instrumentos de comunión que den un ejemplo en nuestra sociedad, en nuestro país, que ayude a oponerse a la tendencia hacia una mayor polarización”.

Remarcó la necesidad de escucharse unos a otros y aprender a comunicarse sobre la base del respeto mutuo y la caridad. “El desacuerdo siempre será parte de las relaciones humanas y de las relaciones en la Iglesia y dentro del Colegio Episcopal”, admitió. “Pero discrepar con reverencia y respeto, y escucharnos unos a otros, creo que eso es una parte muy importante de todo el enfoque en la sinodalidad que no solo el Papa León, sino ciertamente el Papa Francisco antes que él, nos ha estado instando a seguir en este nuevo camino”.

Creciendo a lo largo del camino sinodal

Con respecto a la sinodalidad, Coakley manifestó que los obispos estadounidenses están comprometidos con la participación, señalando que la Iglesia en Estados Unidos ya cuenta con numerosas estructuras que les permiten practicar la consulta en varios niveles.

Sin embargo, reconoció que la Iglesia está siendo invitada a entrar en la “profundidad” de la escucha y el diálogo, y, utilizando una “palabra favorita del Papa Francisco”, el “estilo... de cómo nos escuchamos unos a otros, dialogamos unos con otros y nos relacionamos unos con otros”.

“Creo que es algo en lo que podemos seguir creciendo a lo largo de este camino sinodal”, aseveró.

El significado de la sinodalidad

El arzobispo Coakley dijo que la Iglesia en los Estados Unidos está “creciendo” en sinodalidad y está comprometida a avanzar “en este nuevo camino”, aunque reconoció “un poco de incomprensión” e incluso “falta de claridad sobre lo que significa ser una Iglesia sinodal”.

Cuando se le pidió una explicación sencilla de la sinodalidad, respondió: “El camino más simple fue uno, creo, que el papa Francisco quizás expuso cuando dijo que es caminar juntos”. Ampliando esta idea, el Arzobispo continuó: “Así que eso es aprender a escuchar, estar dispuesto a entablar un diálogo y aprender a cooperar unos con otros. Eso suena casi demasiado simple, pero creo que ese es el corazón de lo que significa la sinodalidad”.

Resaltando “el sentido de pertenencia dentro de la Iglesia”, el arzobispo Coakley dijo: “No es la Iglesia del obispo. No es la Iglesia del párroco. Es nuestra Iglesia, miembros de los bautizados que viven en comunión unos con otros, y con aquellos a quienes se les ha confiado el liderazgo en la Iglesia”.

Los obispos y los sacerdotes “necesitan liderar el camino y mostrar el camino”, pero ser una Iglesia sinodal requiere la participación de todos, “comprometidos a construir la comunión unos con otros para asegurar la unidad de la Iglesia”.




Cuotas:
Print


Secciones
Buscar