La transformación del sistema alimentario mundial hacia un modelo sostenible podría ayudar a limitar el aumento de la temperatura global, además de mejorar la salud humana, el medio ambiente, la justicia social y la producción económica, según un informe del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK).
El estudio, que se ha publicado en la revista Nature Food, analizó el impacto que tendría la transformación del sistema alimentario, que es el responsable de alrededor de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, a través de 23 palancas.
Los investigadores mostraron cómo la transformación del sistema alimentario por sí sola ayuda a alcanzar los diversos objetivos, aunque es mayor si se integra en un cambio más amplio -menor crecimiento demográfico, desarrollo socioeconómico más sostenible, abandono más rápido de los combustibles fósiles, más bioplásticos y más madera para la construcción-.
Limitar el calentamiento global
Concretamente, concluyeron que hay un 38 % de probabilidades de que se cumpla el límite de 1,5 grados de aumento de la temperatura en 2050 y un 91 % de probabilidades de no alcanzar los 2 grados si el sistema alimentario y otros sectores se vuelven más sostenibles.
También se reducirían los riesgos para la salud relacionados con la alimentación, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, y la extrema pobreza; mientras que la producción económica sería «significativamente mayor» y se detendría el daño a la biosfera.
«Si transformamos decididamente este sector hacia la sostenibilidad, no solo frenaremos significativamente el calentamiento global, sino que también avanzaremos hacia muchos otros objetivos deseables», ha asegurado el autor principal del informe, Bejamin Bodirsky.
Entre estas mejoras, el científico ha mencionado el aumento de la esperanza de vida, la disminución de la contaminación por nitrógeno y la reducción de la pobreza mundial.
Cambios en la dieta o la agricultura
El informe examinó palancas relacionadas con la dieta planetaria saludable, que propone reducir la ingesta azúcar, carne y productos lácteos y aumentar la de legumbres, verduras, frutas, frutos secos y cereales integrales.
Al mismo tiempo, investigaron los cambios hacia la conservación del medio ambiente y la agricultura sostenible, además de los efectos de la reducción de las barreras comerciales, los salarios dignos en la agricultura de los países de bajos ingresos y la producción menos intensivas en capital en las economías ricas.
