"La Santa Sede reafirma que cualquier tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres es contraria a lo sublime de la naturaleza humana y constituye una grave violación de su dignidad y un ataque inadmisible a los derechos humanos". Así lo planteó monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, D.C., en su intervención del miércoles 19 de noviembre, durante la sesión ordinaria del Consejo Permanente, que abordó, entre otros temas, el de la violencia contra las mujeres, con motivo del reciente Día Internacional dedicado precisamente a la eliminación de este mal social.
Según Serrano, es crucial crear conciencia sobre la dignidad de las mujeres y "promover políticas que las protejan y prevengan cualquier forma de objetivación o trato". De esta "concepción errada", de hecho, según el prelado, "derivan múltiples formas de degradación y violencia, también en los espacios digitales, como se ha evidenciado en esta Sesión del Consejo Permanente".
Es importante, por tanto, impulsar medidas integrales de educación y prevención, "en el respeto recíproco y protección efectiva de las víctimas". "Sobre todo -puntualizó-, es fundamental educar a la complementariedad entre hombres y mujeres, para que ambos puedan desarrollarse en igualdad, acompañándose y respetando mutuamente su dignidad".
Finalmente, la Santa Sede enfatizó "el papel indispensable de la familia en la formación de relaciones basadas en el respeto a la dignidad de todo ser humano, la fraternidad y el reconocimiento del valor único e irrepetible que tiene cada persona, hombre y mujer, como obra del Creador".
