Cinco nuevos sacerdotes para la Arquidiócesis Católica Romana de Washington fueron ordenados por el cardenal Robert W. McElroy, el sábado 21 de junio de 2025, en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
Los cinco sacerdotes son Marco Antonio Cerritelli, Gerard Gayou, Louis Martin McHale, Daniel Eric Morrison y Chukwuma Collins Anthony Odigwe.
Los monjes benedictinos que el hoy sacerdote hispano Marco Antonio Cerritelli solía ver en su escuela secundaria y en su parroquia los domingos marcaron el camino para dedicarse a servir a Dios y a su grey.
“El Señor me dio la gracia de darme cuenta de que nada me daría mayor alegría que ofrecerle toda mi vida”, afirmó a pocos días de ser ordenado.
Marco Antonio Cerritelli (32) nació en el Distrito de Columbia en un hogar hispano católico. Su madre es española y tiene la doble ciudadanía de España y EEUU.
Con su familia asistía a misa todas las semanas y sus padres le inculcaron la importancia de la fe. Los cuatro hermanos asistieron a escuelas católicas (primero a la escuela parroquial de Santa Juana y luego a la escuela secundaria y preparatoria de la Abadía de San Anselmo).
“Mi formación en la educación católica fue muy importante para mí, ya que me permitió comprender la importancia y la relevancia de la fe católica en toda mi vida”, dijo.
Esa formación continuó en la Universidad de Notre Dame, donde estudió filosofía y teología. “Después de la universidad, durante la cual maduré mucho en mi fe, serví como misionero de FOCUS durante cuatro años. Mi tiempo como misionero me preparó y animó a seguir la vocación del sacerdocio”, explicó quién pertenece a la iglesia St. Jane Frances de Chantal, de Bethesda.
Se desempeñó como misionero de estudiantes católicos, incluso en la Universidad George Mason y la Universidad de Viena, en Austria.
Durante su tiempo como misionero, su relación con el Señor se profundizó y se dio cuenta de que Él le estaba llamando a servir a la Iglesia como su sacerdote. “Él hizo que el siguiente paso de entrar en el seminario fuera claro y sencillo; todo lo que tenía que hacer era decir sí”, explicó.
Se formó como sacerdote en el seminario San Juan Pablo II y en el Colegio Pontificio Norteamericano. Además del inglés, habla italiano y alemán y, por supuesto, español.
“Me gusta jugar al fútbol, hablar de filosofía, viajar y aprender nuevos idiomas y culturas”, contó.
Recuerda que se sintió atraído por el sacerdocio desde los primeros años de la escuela primaria. Aún está en su memoria, dice, “el impacto y la impresión que me causó servir en el altar cuando comencé a hacerlo en cuarto grado en la parroquia St. Jane de Chantal”.
Considera que fue importante para su vocación, la reverencia que los sacerdotes de su parroquia, Santa Juana de Chantal, mostraban por la misa y la Eucaristía. “Me causó una profunda impresión desde muy joven. Su devoción dejaba claro que en la misa se ofrecía algo profundo, algo que no podía encontrar en ningún otro lugar del mundo”, dijo.
Más tarde, los monjes benedictinos de la escuela Abadia de San Anselmo, donde estudió, también le inspiraron por la sencillez y la alegría con que vivían. “Sus vidas, dedicadas por completo a la oración, el estudio y el servicio al Señor, me mostraron cómo es posible vivir plenamente para el Señor”.
Asegura que se sintió atraído por el sacerdocio “por el deseo de entregar mi vida a Cristo y a su Iglesia en agradecimiento por todo lo que la vida y la salvación me han dado”.
La misa de ordenación puede verse en youtube.com/@WashArchdiocese/streams
