Muchos padres son más conscientes que el mejor modo de enseñar valores es a través del ejemplo. Son hombres que muestran con orgullo su paternidad colaborando en las tareas del hogar o cuidando a sus hijos, convencidos de que los niños son un regalo de Dios y que el amor en el matrimonio es esencial para una familia fuerte.
Aunque tradicionalmente en nuestra comunidad la figura materna ha ocupado un rol central en el hogar, cada vez más padres asumen un papel activo en la crianza de los hijos. Esta participación paterna genera un equilibrio emocional que los hijos perciben y agradecen mientras crecen. La presencia del padre junto a la madre brinda estabilidad, fortalece el amor familiar y motiva a todos a ser mejores personas.
Luis Morales, padre de cinco hijos, se considera bendecido por Dios. Junto a su esposa Gabriela, se esfuerza en formar a sus hijos en la fe cristiana, conforme a los principios del Evangelio y cada domingo, la familia Morales asiste unida a la parroquia Santa Catalina Labouré.
“Josué, Gabriel, Alexandro, Elisa y Mariela son los regalos que Dios me ha dado. Ahora me toca a mí ser ejemplo para ellos y guiarlos no solo para que sean buenos cristianos, sino también ciudadanos responsables. Por más cansado que esté o por más problemas que tenga en el trabajo, al llegar a casa el amor de mi esposa y la alegría de mis hijos me llenan de una felicidad indescriptible”, comparte Luis.
Una experiencia similar vive Omar Cristo, quien cada fin de semana acude con su familia a misa en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores. Padre de cuatro hijas —Giulliana, Gabriel, Génesis y Luz—, asegura que su vida cambió por completo desde su llegada.
“Dios me ha regalado cuatro hijas maravillosas que me han ayudado a comprender la belleza de la vida, fortalecer mi fe y enfrentar el futuro con esperanza. Mi esposa Luz y yo estamos comprometidos a ser buenos padres, mantener la unidad familiar a través de la oración y enseñar con el ejemplo”, expresa con emoción Omar.
Tanto Luis Morales como Omar Cristo son originarios de El Salvador y forman parte activa de comunidades católicas en la Arquidiócesis de Washington. Para ellos, el Día del Padre no es solo una ocasión para celebrar, sino una oportunidad para reflexionar sobre el papel fundamental del padre en el hogar y su impacto en la formación de los hijos.
El Día del Padre es una fecha especial para rendir homenaje a la figura paterna y a su influencia positiva en la sociedad. Aunque la fecha varía en distintos países, el objetivo es el mismo: honrar a los padres por su amor, dedicación y ejemplo.
Desde celebraciones con raíces religiosas hasta reuniones familiares llenas de alegría y gratitud, cada cultura encuentra su forma de conmemorar esta ocasión. En Estados Unidos, como en muchos otros países, se celebra el tercer domingo de junio, reconociendo el valor insustituible de los padres en la vida de sus hijos.
