“Por los que huyen de su país” es la intención de oración de Francisco en El Video del Papa de junio que difunde la Red Mundial de Oración del Papa.
El videomensaje -realizado con la colaboración de Tele VID y con el apoyo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral - es una historia desde las fronteras de varias partes del mundo. Aparecen rostros sufrientes, pies que caminan, bolsas llenas con lo poco que uno ha conseguido llevarse de casa. Pero también se ven gestos de solidaridad, abrazos, proyectos de acogida: el Papa recuerda a los cristianos que "el que acoge a un migrante, acoge a Cristo".
En la sociedad actual, incluso en las naciones que se dicen cristianas, éste parece ser un concepto olvidado: de hecho hoy, denuncia Francisco, "en algunos países de llegada, los migrantes son vistos con alarma, con miedo", y esto lleva al "fantasma de los muros: muros en la tierra, que separan a las familias y muros en el corazón". Pero “los cristianos", advierte el Papa, "no podemos compartir esta mentalidad".
Huida y desarraigo
En los últimos años, el número de desplazados ha superado el de la Segunda Guerra Mundial. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), durante el 2023 unos 110 millones de personas fueron desplazadas por la fuerza en todo el mundo. En este contexto, Francisco pide que a los migrantes se los acompañe, promueva e integre.
“Al drama que viven las personas forzadas a abandonar su tierra huyendo de guerras o de la pobreza, se une muchas veces el sentimiento de desarraigo, de no saber a dónde se pertenece”, se lamenta el Papa al inicio del video -que se estrena en el mes en que la ONU conmemora el Día Internacional del Refugiado (20 de junio). Y por eso pide "promover una cultura social y política que proteja los derechos y la dignidad del migrante. Y que los promueva en sus posibilidades de desarrollo".
Una nación universal
El tema de los migrantes y refugiados ha preocupado al Papa desde el inicio de su pontificado. Ya en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013) dijo: “Los migrantes me plantean un desafío particular por ser Pastor de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos. Por ello, exhorto a todos los países a una apertura generosa que, en lugar de temer la pérdida de la identidad local, sea capaz de crear nuevas formas de síntesis cultural”.
Años más tarde, en la Encíclica Fratelli Tutti (2020) invitaba a tener “un corazón abierto al mundo entero” y respetar “el derecho de todo ser humano a encontrar un lugar donde pueda [...] realizarse integralmente como persona”. Así como también, subraya la necesidad de desarrollar una “cultura del encuentro” en la cual haya puntos de contacto, se tiendan puentes y se proyecte incluyendo a todos. En ese sentido, el video renueva el pedido del Papa de no ser indiferentes ante la crisis migratoria.
Dios camina con su pueblo
En línea con la intención de este video mensaje, desde 1914, cada año la Iglesia invita a rezar por los migrantes en el marco de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado. “Dios camina con su Pueblo” es el lema elegido para la edición 2024 que se realizará el próximo 29 de septiembre.
El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral que organiza y difunde esta jornada, Cardenal Michael Czerny, reflexionó: “El Papa Francisco nos recuerda que ‘Dios camina con su pueblo’. La Sagrada Familia tuvo que refugiarse en tierra extranjera porque la vida del Niño Jesús estaba en peligro. Todos estamos invitados a acoger, proteger, promover e integrar a las personas que abandonan su patria para salvar sus vidas o en busca de un futuro digno. Al proteger los derechos de los migrantes, se promueve el desarrollo humano integral de todos y las comunidades que acogen se enriquecen de múltiples maneras”.
Estados con responsabilidad fraterna
El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, reflexiona sobre el drama de los migrantes y asegura: “Los migrantes que huyen de la guerra y el hambre, a menudo sobrevivientes de viajes desesperados, son objeto de batallas políticas. Es importante recordar que no son números ni estadísticas, son personas. Nuestras historias personales y colectivas están marcadas por la migración. En lugar de tratar los migrantes como una carga o un problema, debemos encontrar soluciones basadas en la compasión y el respeto por la dignidad humana. Esta mirada nace del Evangelio y de la oración y el magisterio de la Iglesia nos lo recuerda”.
El Padre Fornos recuerda la reflexión de Francisco en Fratelli Tutti: “La verdadera calidad de los distintos países del mundo se mide por esta capacidad de pensar no solo como país, sino también como familia humana, y esto se prueba especialmente en las épocas críticas. [...] Solo una cultura social y política que incorpore la acogida gratuita podrá tener futuro”.