Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

Se inició la temporada de huracanes y necesitamos estar listos

No podemos dejar que el miedo nos impida proteger a nuestras familias durante la temporada de huarcanes. Foto/EFE/archivo


La temporada de huracanes acaba de comenzar. Pero aunque no vivas cerca de la costa, esa no es la única amenaza posible.. Este verano nos enfrentaremos a más calor extremo, incendios forestales y el riesgo constante de terremotos. Y esta es la verdad: estamos más vulnerables que en años anteriores. Esto aplica a todo el país, y eso incluye a los latinos.

Como alguien que lideró el compromiso público y todos los asuntos externos en FEMA antes de dejar la agencia en enero de 2025, sé lo importante que es tener información confiable y sistemas sólidos antes de que ocurra un desastre. Mi equipo trabajó arduamente para asegurar que las comunidades de habla hispana recibieran las alertas necesarias, supieran dónde conseguir ayuda y pudieran confiar en que el gobierno escucharía y respondería. Nos asociamos con iglesias, líderes comunitarios y grupos locales para que nadie quedara atrás.

Por qué no actuamos… y por qué sí debemos hacerlo

Antes de unirme a FEMA, cuando trabajaba para el gobernador de California, también formé parte de un equipo que realizó una extensa investigación sobre por qué las personas—especialmente los latinos—no se preparan para desastres catastróficos. Descubrimos que la gente sí sabe que es importante, pero muchas veces no actúa porque cree que es algo que consume tiempo, es costoso o da miedo. Pero eso no es cierto. Muchos pasos para prepararse son gratuitos o de bajo costo, y probablemente ya tienes la mayoría de lo que necesitas.

Los latinos ya planeamos muchos momentos importantes en la vida de nuestras familias—bodas, quinceañeras, parrilladas dominicales después de la iglesia. Prepararse para desastres puede tomar aún menos tiempo y puede salvar vidas. ¿Y da miedo? Sí, la idea de llamas o inundaciones es abrumadora. Pero no podemos dejar que el miedo nos impida proteger a nuestras familias. Este fin de semana voy a llamar a mi mamá para repasar con ella nuestro plan familiar para desastres. La tranquilidad que sentirás después de tomar acción vale la pena.

El sistema de apoyo está debilitado

Desafortunadamente, gran parte del sistema que construimos durante años para apoyar a las comunidades latinas y a todos los demás, incluidos adultos mayores, personas con discapacidades, residentes rurales, veteranos, familias de bajos ingresos y más, ha sido desmantelado.

Hace apenas unas semanas, The Washington Post informó sobre un memorando filtrado de FEMA advirtiendo que la agencia no está lista para esta temporada de huracanes. Y el director interino de FEMA le dijo a su personal que ni siquiera sabía que existía una temporada de huracanes. ¿Qué? ¿Cómo? Sea en broma o no, sigue siendo un comentario alarmante que envía un mensaje preocupante al país justo cuando entramos en el período más volátil del año. Y aunque la respuesta a desastres comienza a nivel local, cuando ocurre algo catastrófico, los gobiernos locales y estatales dependen del apoyo federal. Ese apoyo ya no está garantizado debido a cómo las decisiones en Washington han desmantelado al gobierno federal.

Lograr que las personas se informen y actúen—especialmente antes, durante y después de una crisis—requiere más que mensajes genéricos de fuentes lejanas. Requiere un enfoque centrado en las personas. Requiere confianza, colaboración con las comunidades que se quiere alcanzar, y una comunicación que sea accesible, relevante y cercana. Ahora, muchos de esos esfuerzos ya no existen o son apenas una fracción de lo que fueron. Así que depende de nosotros prepararnos y cuidarnos unos de otros. Esto siempre ha sido cierto para ayudar durante una crisis, pero es especialmente cierto ahora frente a los eventos catastróficos que ocurrirán este año.

Cinco pasos para prepararte

Aquí tienes cinco pasos para empezar a prepararte esta semana:

  1. Habla hoy.
    Llama, manda mensajes o reúnete con tus padres, abuelitos, hermanos, tías y primos, así como con tus amigos cercanos. Pregunta: Si pasa algo, ¿cómo nos comunicamos? ¿Dónde nos reuniremos si los teléfonos no funcionan durante una tormenta catastrófica? ¿Qué debemos hacer si tenemos que evacuar o permanecer seguros en casa durante una ola de calor o un apagón?
  2. Haz un plan este fin de semana.
    Imprime números de teléfono. Prepara un kit de emergencia simple—agua, linternas, dinero en efectivo, medicinas. Piensa en tus hijos, mascotas y en cualquier persona que pueda necesitar ayuda adicional.
  3. Revisa con otros la próxima semana.
    Pregunta a tus vecinos, compañeros de trabajo y amigos de la iglesia: ¿Cuál es tu plan? Comparte lo que tú ya hiciste. No se trata de miedo—se trata de poder. Cuando nos preparamos juntos, somos más fuertes.
  4. Conoce tus riesgos locales.
    Cada lugar es diferente. Averigua si vives en una zona de incendios, cerca de una falla sísmica o en un área propensa a olas de calor o inundaciones. Visita este sitio para saber qué desastres son más probables en tu zona.
  5. Escoge un día para practicar.
    Elige una fecha—quizás el primer sábado del mes—para hacer un simulacro. Practica enviar un mensaje a tu contacto de emergencia. Revisa tu kit. Hazlo simple y conviértelo en un hábito familiar.

Los latinos somos resilientes. Siempre hemos contado unos con otros. No esperemos a la próxima emergencia para recordarlo. Actuemos ahora, antes de que sea demasiado tarde.

*Justin Ángel Knighten, ex Administrador Asociado dela Oficina de Asuntos Externos de FEMA, escribió este artículo para EFE



Cuotas:
Print


Secciones
Buscar