Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

Hispanos ejemplos de resistencia ante COVID-19

Integrantes de la familia Sánchez atendiendo a los clientes de “Poyoteca”. Foto/AT

El COVID-19 plantea un futuro incierto para los pequeños empresarios hispanos del área metropolitana, quienes para no ver morir a sus negocios no tienen más alternativa que resistir y seguir generando puestos de trabajo para sus hermanos inmigrantes. Desde que empezó la pandemia ellos están en la primera línea de batalla brindando servicios de alimentos, mantenimiento de centros médicos, apoyo emocional a los niños y hasta participando en obras benéficas.

La lista de ejemplos anónimos es larga. Este es el caso de la familia Sánchez Gordiano, que no dudo en inaugurar el restaurante “Poyoteca” en Rockville, Maryland, donde desde agosto da trabajo a media docena de hispanos. Filomena Villar, incursionó en el rubro de desinfección de centros médicos para no dejar sin empleo a nueve de sus trabajadores en el Distrito de Columbia. Manfredo Mejía, quien desde hace tres décadas está al frente del restaurante Atlacatl de Arlington, sigue atendiendo sin despedir a ningún empleado. Silas Ezequiel Romero, preocupado por la salud mental de los niños del complejo habitacional White Oak de Silver Spring, no tuvo mejor idea que convertirse en técnico para formar un equipo de fútbol juvenil e infantilSalvador Lara, representante de la organización Comunidades Unidas por Chirilagua de Virginia, reúne donaciones para ayudar a las personas de bajo ingresos económicos que padecen de difusión renal. 

La palabra “resistir” hoy cobra un significado superlativo para todos los inmigrantes hispanos, quienes son conscientes que se necesita ser solidario y trabajar mucho para poder salir de este doloroso episodio de la vida que ha provocado el coronavirus SARS-CoV-2. 

Ambulancia donada por la organización Comunidades Unidas por Chirilagua de Virginia presta asistencia a los pacientes con problemas renales en El Salvador. Foto/FF

Pero basta con revisar las cifras a nivel nacional para entender el drama local de la comunidad latina. Los hispanos representan el 17,6 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos y son el grupo minoritario más afectados económicamente por COVID-19. Los pequeños empresarios hispanos también han sido vulnerables debido a la caída de sus ventas y dificultades para acceder a créditos de emergencia.

José Manuel Fernández, profesor de economía en la Universidad de Louisville (Kentucky), detalló hace unos días durante una teleconferencia que los trabajadores hispanos son el 30,4 por ciento de la fuerza laboral en la construcción; el 27,1 por ciento en restaurantes y otros servicios de comidas; y el 27 por ciento en hoteles y bares. Eso permite colegir la delicada situación que enfrentan esos segmentos laborales.

Por si fuera poco, recientemente el Pew Research Center, reveló que en el 49 por ciento de hogares hispanos al menos uno de sus miembros ha visto una pérdida de sus ingresos o incluso ha sido despedido a causa del coronavirus. 

Dando pelea

Para Manfredo Mejía (restaurante Atlacatl) la pandemia del coronavirus sorprendió a todos, especialmente en momentos en que la economía mostraba una tendencia positiva y nada hacía sospechar que el COVID-19 podría frenar los planes comerciales del verano. 

“La clausura de muchos de negocios locales es preocupante, pero nosotros estamos haciendo el máximo esfuerzo para seguir atendiendo a nuestros clientes y generando empleos. Rogamos a Dios que nos permita recuperarnos pronto para realizar todos los proyectos pendientes en nuestro restaurante. Nuestras puertas están abiertas en el corazón de Arlington”, dijo Mejía. 

La familia Sánchez está acostumbrada a asumir retos y “Poyoteca” es un ejemplo de superación. En agosto abrieron la puerta de su local ubicado en un centro comercial frente al Hospital Shady Grove Hospital. Ellos consideran que a pesar de los estragos económicos que ha provocado el coronavirus, nada puede poner frenos a los sueños de progreso en este país. 

“Nadie puede negar la mala situación que se vive hoy. Pero, invitamos a todos a probar nuestra amplia variedad de platos, especialmente el pollo a la brasa estilo peruano que se prepara con una receta familiar. Estamos convencidos que unidos vamos a superar todos los problemas”, dijo Andy, administrador del local. 

Silas Ezequiel Romero, un profesional de la construcción y exjugador de fútbol, al ver a los niños agrupados en las ventanas de los departamentos White Oak debido a las restricciones generadas por la pandemia, lo llevó a diseñar un programa motivacional que permitiera a los pequeños liberar su carga emocional a través del deporte.

Silas Ezequiel Romero (der.) acompañado de un grupo de niños residente en los departamentos White Oak de Silver Spring. Foto/SER

“La salud mental de los niños es un tema preocupante para todos, más aún, si tienen que vivir en un confinamiento forzado por el coronavirus. Es por eso que cuando las autoridades permitieron actividades al aire libre no dude en pedir permiso a los padres de familia para que sus hijos formen parte de un equipo y en pocos días formamos tres grupos para que reciban instrucción técnica, entrenamiento con el balón y juegos recreativos. Tenemos 35 chicos y estamos contentos de poder ayudarlos a superar esta crisis sanitaria”, manifestó Romero, quien en 1999 fue integrante de la selección de fútbol de la escuela Wakefield.  

Sufrir de insuficiencia renal es un serio problema de salud en cualquier parte del mundo. La actual pandemia acrecentó las necesidades económicas de pacientes salvadoreños carentes de seguro médico, obligando a la organización Comunidades Unidas por Chirilagua de Virginia a responder con prontitud. 

“El COVID-19 nos obligó a duplicar nuestros esfuerzos para ayudar a pacientes que necesitan diálisis en El Salvador. El desempleo impidió a muchas familias del área metropolitana de Washington a cumplir con el envío de remesas mensuales a nuestro país, por lo que nosotros asumimos la responsabilidad económica de cubrir parte de los gastos de 49 pacientes que semanalmente se someten a diálisis. Meses antes de la pandemia enviamos una ambulancia al cantón de Chirilagua y seguiremos ayudando desde aquí a nuestros compatriotas que están allá. Todos somos hijos de Dios y todos debemos ayudarnos”, acotó Salvador Lara, representante de la organización chirilaguense. 

Remesas

La agencia calificadora Moody's advirtió esta semana que la recesión sufrida en Estados Unidos a causa de la pandemia de COVID-19, “la peor desde la Gran Depresión”, ocasionará una baja en las remesas que se envían de Estados Unidos a América Latina y el Caribe.

La calificadora señaló que la pandemia “está teniendo un impacto negativo y desproporcionado en el mercado de mano de obra hispana en Estados Unidos” y que el 75 por ciento de las remesas que llegan a países latinoamericanos proceden de suelo estadounidense.

Estimó que las remesas totales enviadas a la región latinoamericana y caribeña disminuirán un 4 por ciento en 2020, aunque “con experiencias muy diferentes en cada país”.

El analista Gabriel Agostini destacó que los envíos de dinero representan “casi el 10 por ciento del PIB" de Centroamérica y el Caribe.

Agregó que México es “el receptor más importante de la región, con casi 40.000 millones de dólares recibidos el año pasado”.

Las remesas enviadas a México en 2019 alcanzaron los 36.048 millones de dólares y lograron un máximo histórico, con un incremento de 7,04 por ciento respecto a la cifra registrada en 2018. 












Secciones
Buscar