Durante cuarenta y ocho años, la población de Estados Unidos ha recibido todo tipo de excusas engañosas para continuar con la horrible práctica de matar a los niños pequeños dentro del vientre materno, señaló arzobispo de Washington, Wilton Gregory, este viernes 29 de enero en la misa y manifestación anual por la vida.
“Varias personas –agregó- lo han llamado simplemente una elección, otros lo reclaman como un derecho humano, algunos lo han defendido como una decisión personal, unos pocos incluso lo sugieren como un simple acto femenino de autodeterminación, cualquier cosa con tal de no aceptar la norma de Dios de respetar y amar cada vida humana, incluso la que está esperando nacer"”.
Aseguró que en la actualidad nos encontramos irremediablemente inmersos en deficientes excusas que ahora abarcan otros actos de brutalidad contra los enfermos terminales y los ancianos, los inmigrantes que buscan una vida mejor, contra los presos que pueden haber cometido crímenes atroces, pero que siguen siendo seres humanos.
El cardenal Gregory alzó su voz contra algunas sociedades que han aprobado leyes que permiten a una persona quitarse la vida. Lo hacen, dijo, con la asistencia de personal médico cuyo trabajo principal desde tiempos inmemoriales ha sido salvar y embellecer la vida.
"Nos convencemos que la pena capital previene el crimen y que algunos horribles criminales merecen morir -incluso cuando seguimos descubriendo que demasiados condenados han sido sentenciados a muerte y posteriormente exonerados por pruebas de ADN o cuyos juicios son dudosos por haber sido injustos o parcializados", expresó el prelado en la catedral de san Mateo en Washington.
Considera que el ser humano sigue aplicando la indescriptible brutalidad humana contra otras personas con las que está en desacuerdo política, ideológica e incluso religiosamente. "Buscamos cualquier argumento para evitar la norma divina de respetar a toda persona con vida".
El arzobispo afirma que se nos insta a seguir una norma que exige que seamos perfectos (santos) como nuestro padre celestial lo es.
"Las normas han cambiado y muchos de nosotros permanecemos irremediablemente anticuados en nuestras actitudes hacia la vida misma", dijo. Por eso, instó a rezar por una forma ampliamente aceptada de ver y valorar toda vida humana, a la manera de Dios. "Es una forma anticuada, pero aún perfectamente contemporánea de ver cada vida como sagrada, santa e inalienable", dijo haciendo comparación con la antigua Declaración de la Independencia que sigue describiendo la preciosidad de la vida. "Es un documento antiguo, pero no tan antiguo o atemporal como la palabra de Dios".
El cardenal aclaró que este año se organizó el evento de una manera diferente, de modo virtual, pero aunque estamos separados por la distancia social, "nos damos cuenta de que realmente estamos muy cercanos y unidos, no importa cuántas millas nos separen ni las diferentes circunstancias que encaramos. Espero que sea un tiempo de gozo para todos los que están participando de este evento virtualmente. Sé que la gente joven trae esa energía que la misma vida les está dando".
A esta actividad arquidiocesana, se sumaron jóvenes de diferentes partes del país y del mundo, incluso desde Polonia. Casi mil vieron el evento en las primeras horas. Se realiza cada año antes de la Marcha por la Vida, que este año también se realizó de modo virtual: marchforlife.org. La arquidiócesis capitalina busca detener el arrollador avance de la cultura de la muerte y alentar a la juventud a ser discípulos de Cristo y promover el evangelio de la vida. Inf: adw.org/life.
El cantante Iván Díaz ofreció su testimonio de vida. "Antes de mi nacimiento, mi madre fue diagnosticada con lupus, una terrible enfermedad que afectó toda su vida. Le dieron algunas opciones y una de ellas era detener el embarazo y, por supuesto, detener mi vida. Ella dijo 'no' porque ella tenía esperanza, tenía al Señor. Ella sabía que Dios tenía un plan para su vida y la mía", contó quien además es maestro, una persona muy apegada a su familia y un líder pro-vida.
Iván nació en 1979 y su madre tuvo que batallar con el lupus durante muchos años. "Ella me dio vida, fe y amor".
Este cantante católico colombiano dice que se nos llama a traer gozo, vida, fe y esperanza a las naciones. "Somos profetas y estamos aquí hoy para ser la voz de los que no la tienen, para ser la alegría de los que tienen dificultades, para ser la esperanza de los que están pensando en abortar".
Está convencido de que Dios es más grande que los problemas. "Es más grande que cualquier circunstancia por la que mucha gente puede estar sufriendo o por la que tú puedes estar pasando". Insta a creer en la vida, a respetarla, protegerla y llevar la alegría de la vida de generación en generación.
Asegura que somos la nueva generación pro-vida, la generación que respeta la vida en cada etapa, una generación que está trayendo la alegría del Señor. "Se nos llama a decir sí como hizo María. Hoy tú y yo tenemos que decir sí al Señor, sí a la vida".
También participaron en este concierto: Josh Brahm, Sarah Kroger, PJ Anderson y Out of Darkness.
Quienes participaron en esta movilización de jóvenes por la vida, ya sea las limitadas personas que presentaron y transmitieron el evento desde la catedral hasta las cientos de personas que vieron la transmisión virtualmente, podrán obtener la indulgencia plenaria.
El papa Francisco otorga este beneficio espiritual, que implica la absolución total de los pecados para alcanzar el cielo. Los pasos a seguir son:
-Prepara tu corazón en oración y libérate del apego al pecado.
-Haz un peregrinaje y cruza la puerta santa.
-Busca el perdón: Celebra el sacramento de la reconciliación.
-Recibe la eucaristía: Acude a misa.
-Reza por las intenciones del papa Francisco
-Profesa la fe: Reza el Credo.
Para ver el evento arquidiocesano y obtener la indulgencia, visite: https://www.youtube.com/watch?v=b5mfb6kdqeU&feature=youtu.be