Envejecer es parte de la maravilla de la creación y es un signo de esperanza, dijo el Papa León XIV.
"En lugar de avergonzarnos de la debilidad humana, nos veremos llevados a pedir ayuda a nuestros hermanos y hermanas y a Dios, que vela por todas sus criaturas como un padre", dijo durante una audiencia en el Vaticano el 3 de octubre con personas que participaban en una conferencia internacional sobre la atención pastoral a los ancianos.
Organizada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la conferencia, celebrada del 2 al 4 de octubre, reunió a unos 150 delegados de 65 países, en representación de 55 conferencias episcopales, así como a miembros de asociaciones y congregaciones religiosas dedicadas a la pastoral de las personas mayores.
Basándose en la primera reunión celebrada en 2020, la reunión de 2025 se centró en el desarrollo de respuestas pastorales a los retos del envejecimiento en el mundo actual.
"En nuestro tiempo, lamentablemente, las relaciones entre generaciones suelen estar marcadas por divisiones y conflictos que las enfrentan entre sí", afirmó el Papa León. "A las personas mayores, por ejemplo, se les acusa de no dejar espacio a los jóvenes en el mercado laboral o por absorber demasiados recursos económicos y sociales en detrimento de otras generaciones, como si la longevidad fuera un defecto".
"Los ancianos son un don, una bendición que hay que acoger, y la prolongación de la vida es uno de los signos de esperanza de nuestro tiempo",afirmó.
Por supuesto, añadió, "también es un desafío, porque el creciente número de personas mayores es un fenómeno histórico sin precedentes que nos llama a discernir y comprender la realidad de nuevas maneras".
"La mentalidad predominante hoy en día tiende a dar valor a la existencia si produce riqueza o éxito, si ejerce poder o autoridad, olvidando que el ser humano es una criatura siempre limitada y necesitada", dijo.
La "oscuridad de la soledad", dijo, es "el gran enemigo de la vida de las personas mayores. ¡Que nadie sea abandonado! ¡Que nadie se sienta inútil!".
"Donde las personas mayores se sienten solas y rechazadas, esto significará llevarles el alegre mensaje de la ternura del Señor", afirmó.
Las personas mayores son un "beneficioso recordatorio de la dinámica universal de la vida", dijo. Su fragilidad "nos recuerda esta verdad común", que a menudo se oculta o se ignora "por aquellos que cultivan ilusiones mundanas, para no tener ante sus ojos la imagen de lo que inevitablemente nos convertiremos".
"Es saludable darse cuenta que envejecer forma parte de la maravilla de la creación", dijo, y "los ancianos nos enseñan que la salvación no está en la autonomía, sino en reconocer humildemente nuestras propias necesidades y saber expresarlas libremente, de modo que la medida de nuestra humanidad no es lo que podemos lograr, sino nuestra capacidad de dejarnos amar y, cuando sea necesario, incluso ayudar".
Sin embargo, dijo, la gente parece cada vez menos preparada para envejecer.
La Iglesia católica, dijo, debe "ofrecer momentos y herramientas para comprender la vejez, de modo que podamos vivirla cristianamente, sin pretender permanecer eternamente jóvenes y sin dejarnos vencer por el desánimo".
El papa León, quien recientemente celebró su 70 cumpleaños, sugirió utilizar la catequesis que elpapa Francisco dedicó al tema en 2022 para desarrollar "una verdadera espiritualidad para los ancianos" y establecer "una labor pastoral útil".
Se deben crear oportunidades para las personas mayores que ya participan activamente en la vida parroquial, añadió, para "responder junto con ellas, y no en su lugar, a las preguntas que la vida y el Evangelio nos plantean". Toda la parroquia, y en especial los jóvenes, también podrían "convertirse en testigos de cercanía y escucha recíproca con quienes están más adelantados que ellos en la vida".
"Recordemos siempre que la proclamación del Evangelio es el principal compromiso de nuestro ministerio pastoral: al involucrar a las personas mayores en esta dinámica misionera, ellas también serán testigos de esperanza, especialmente a través de su sabiduría, devoción y experiencia", dijo el Papa.