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El cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres

Las Hermanas Pobres de Jesucristo distribuyen alimentos y conversan con personas sin hogar en las calles del centro de Baltimore. Foto/OSV/Kevin J. Parks, Catholic Review/archivo

Se ha publicado la primera Exhortación Apostólica del papa León XIV titulada Dilexi te (te he amado) sobre el amor hacia los pobres. Como se afirma en la introducción el papa Francisco estaba preparando, en los últimos meses de su vida, una exhortación apostólica sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres. León, reconoce que Francisco inició esta exhortación en continuidad con la encíclica “Dilexit nos” y la hace suya, agregando reflexiones propias en torno a la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres.

Dilexi te, está dividida en cinco partes: (1) Algunas palabras indispensables; (2) Dios opta por los pobres; (3) Una Iglesia para los pobres; (4) Una historia que continúa y (5) Un desafío permanente. Una idea clave que recorre el texto es que, “la opción preferencial por los pobres genera una renovación extraordinaria tanto en la Iglesia como en la sociedad, cuando somos capaces de liberarnos de la autorreferencialidad y conseguimos escuchar su grito” (n.7).

Recordemos que, en Dilexit nos, el papa Francisco hizo cuatro constataciones y una opción primordial: primera, vivimos en sociedades de consumidores seriales que viven al día y dominados por los ritmos y ruidos de la tecnología; segunda, en la sociedad actual el ser humano corre el riesgo de perder su centro, el centro de sí mismo; tercero, el hombre contemporáneo se encuentra a menudo trastornado, dividido, casi privado de un principio interior que genere unidad y armonía en su ser y en su obrar; cuarto, en este mundo líquido es necesario hablar nuevamente del corazón, apuntar hacia allí donde cada persona, de toda clase y condición, hace su síntesis; allí donde los seres concretos tienen la fuente y la raíz de todas sus demás potencias, convicciones, pasiones, elecciones.

Y la propuesta primordial de Francisco en Dilexit nos, tiene que ver con un modo de ser y obrar: el de Jesús de Nazaret. Sus gestos y palabras de amor constituyen el fundamento para construir nueva humanidad y nuevo mundo. Hay que volver al corazón de Jesús configurado por la misericordia y la justicia. El “corazón” designa en la Biblia el ámbito no solo de los sentimientos, sino también de la voluntad y de la inteligencia. Por eso, no se trata solo de hacer “obras aisladas de misericordia”, sino de construir nuevas formas de pensar y actuar, nuevos estilos de vida y de convivencia que humanicen. De ahí, que el primer paso para este propósito es escuchar el clamor de los pobres por la justicia y la fraternidad. Aquí tenemos el presupuesto de Dilexi te.

Ahora bien, a modo de provocar interés por la lectura del nuevo documento, enunciamos algunas ideas de cada uno de los capítulos de la exhortación y dejamos planteadas algunas preguntas para reflexionar y profundizar.

Del primer capítulo podemos destacar la centralidad que tiene el amor a los pobres en el modo de ser de Dios. La exhortación Dilexi te del papa León XIV, remite a uno de los textos bíblicos clásicos que dan fundamento a la opción preferencial por los pobres. Se trata de la revelación de Dios a Moisés: «Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo […]. Ahora ve, yo te envío» (Ex 3,7-8.10). Encontramos aquí unas palabras indispensables de donde se deriva el núcleo de la fe del pueblo israelita: un Dios que mira (la opresión), oye los gritos de dolor, conoce los sufrimientos del pueblo y, en consecuencia, baja a liberarlo. Dios, comenta el Papa, se muestra solícito hacia la necesidad de los pobres: «clamaron al Señor, y él hizo surgir un salvador» (n.8).

¿Cómo es el Dios que se revela a Moisés? ¿Para qué se revela? ¿Qué consecuencias trae para nuestra fe?

En el segundo capítulo, el papa León habla de la motivación teológica, cristológica y eclesiológica de la opción preferencial por los pobres. Esta “preferencia”, afirma el Papa, desea subrayar la acción de Dios que se compadece de aquellos que son discriminados y oprimidos, pidiéndonos también a nosotros, su Iglesia, una opción firme y radical en favor de los más débiles (n.16). Toda la historia veterotestamentaria de la predilección de Dios por los pobres y el deseo divino de escuchar su grito encuentra en Jesús de Nazaret su plena realización (n.18).

¿En qué se fundamenta la opción por los pobres? ¿Por qué elige Dios a los pobres, porque son buenos o por ser empobrecidos?

En el capítulo tercero, se habla de una Iglesia para los pobres. Este deseo, explica el Papa, refleja la conciencia de que la Iglesia «reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en remediar sus necesidades y procura servir en ellos a Cristo» (n.36). El Papa recuerda que, desde los tiempos apostólicos, la Iglesia ha visto en la liberación de los oprimidos un signo del Reinado de Dios. Jesús mismo, al iniciar su misión pública, proclamó: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos» (n.59). Dios, desde la revelación en el Éxodo a la revelación en Jesús de Nazaret, ha optado por los pobres.

¿Cómo puede la Iglesia verificar su fidelidad a Cristo? ¿Está de acuerdo con el término “Iglesia de los pobres”? ¿Si o no? ¿por qué?

En el capítulo cuarto se habla de una historia que continúa. El cuidado de los pobres es parte esencial de la memoria histórica y la memoria histórica es el presente del pasado. Los movimientos de trabajadores, de mujeres y de jóvenes, así como la lucha contra la discriminación racial, han dado lugar a una nueva conciencia de la dignidad de los marginados (n.86). Se insiste ahora en la necesidad de considerar a las comunidades marginadas como sujetos capaces de crear su propia cultura, más que como objetos de beneficencia (n.100). En esta línea, el Papa exhorta – entre otras prioridades - a seguir denunciando la “dictadura de una economía que mata” y reconocer que «mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz (n.92).

¿Por qué hay pobres? ¿Hay ciudadanía crítica y comprometida? ¿Cultivamos la inteligencia de los sentimientos, la voluntad y la razón? ¿Qué entendemos por pecado estructural?

Finalmente, el capítulo quinto nos plantea un desafío permanente: la atención eclesial a los pobres y con los pobres (n.103). Esta atención, explica el Papa, “forma parte de la gran Tradición de la Iglesia, como un faro de luz que, desde el Evangelio, ha iluminado los corazones y los pasos de los cristianos de todos los tiempos”. Este desafío permanente planteado por León XIV, traen a la memoria aquellas palabras solemnes y profundas del papa Francisco: “¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre, para los pobres!”. Desde luego que ese cuidado no es excluyente, pero sí preferente. Está fundamentado e inspirado en el modo de ser de Dios y de Jesús. Y es descrito, de forma profética, en el Salmo 146, 7-9: “El Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados. El Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas […] El Señor sostiene a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo”.

¿Qué significa ser Iglesia de los pobres, para los pobres y con los pobres? ¿De qué manera optamos por los pobres y contra la pobreza?

(*) Licenciado en Filosofía y Maestro en Teología por la UCA de El Salvador. Docente jubilado de la UCA y actualmente profesor de Cristología y Eclesiología del Instituto Hispano de la Escuela Jesuita de Teología, Santa Clara University. También profesor de la Escuela de Liderazgo Hispano de la Arquidiócesis de San Francisco, CA.



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