Cada persona ha tenido una experiencia cercana con Dios -ha sentido esa presencia viva de Cristo en su vida que le ha cambiado, le ha sanado o le ha hecho entender- y muchas veces no se atreve a compartirlo. Así lo aseguró el padre Candelario Morán el domingo en la iglesia de san Bernardo.
"Si compartiéramos esas grandes experiencias que hemos tenido con nuestra madre santísima y con el Señor, todo sería diferente porque realmente daríamos testimonio de que Dios está vivo, está entre nosotros y actúa en nuestra vida", añadió durante su homilía en la misa del tercer domingo de adviento y fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
Alentó a los fieles a dar testimonio, a mostrar a la sociedad que Cristo está vivo, que él es quien nos hace vivir y darle sentido a nuestra vida.
"Al compartir nuestras experiencias de Dios, podemos ir extendiendo ese mensaje de salvación que Dios nos trae por medio de nuestra madre santísima, que fue la que encarnó, la que dijo sí, la que (a pesar de no comprender bien el proyecto de Dios) dijo hágase en mí según tu palabra, la que tuvo la confianza, el coraje y la valentía de aceptar la voluntad de Dios y dio testimonio", dijo el sacerdote.
"Qué nosotros, como hijos de Dios y de María, podamos realmente dar testimonio de lo que creemos, de lo que experimentamos con Dios", puntualizó al finalizar su mensaje en una misa dedicada a la reina del pueblo mexicano y patrona de toda América.
La mayoría de los feligreses de la iglesia de san Bernardo son mexicanos y de limitados recursos, pero ricos en su profunda fe católica. Allí se realiza cada año una gran celebración guadalupana que se ha convertido en tradición.
La parroquia realizó este año varias presentaciones en honor a la morenita -desde la noche del sábado hasta la madrugada del domingo- incluyendo mariachis, danza guadalupana, baile de El Salvador y otros bailes folklóricos de la Fundación Elena.
Igualmente se llevó a cabo lo que denominaron 'una caravana guadalupana' por las calles aledañas. Los feligreses decoraron sus autos y los convirtieron en luminosas y coloridas carrozas que recorrieron en fila las calles de Riverdale, Maryland. En el recorrido, los vecinos escuchaban la música guadalupana y salían a saludar, sumándose así a la fiesta de fe.
Las expresiones de júbilo sobraban en las celebraciones y en las redes sociales de la parroquia por parte de mexicanos y otros latinoamericanos. "Es la reina del pueblo y de toda América, resaltó María Galindo. "Qué la Virgen de Guadalupe nos cubra con su manto milagroso", dijo Flor Hernández. “Virgencita: protégenos con tu manto", expresó Nanky De Vega. "Ilumínanos en todo momento", le pidió Salvador Torres.
En el marco de la celebración guadalupana arquidiocesana en la basílica de la Inmaculada Concepción, monseñor Mario Dorsonville, obispo auxiliar de Washington, dijo sentirse "sumamente agradecido con la parroquia de san Bernardo por todo su apoyo, su alegría y su presencia en las celebraciones".
"A María Santísima de Guadalupe le encomendamos a nuestros queridos inmigrantes y le pedimos una reforma migratoria tan necesitada", destacó preocupado por los indocumentados.