Aunque para muchos de nosotros la vida puede ser difícil y pudiéramos estar enfrentando dificultades, reconocemos que -hasta en las situaciones más complicadas- el Señor es nuestra fortaleza y nunca nos defraudará, dijo el obispo Evelio Menjívar-Ayala, en la misa del retiro juvenil celebrada en la escuela St. Mary en Landover Hills, el 25 de octubre de 2025.
El retiro juvenil ‘Conocido, Amado, Llamado’ -cuyo tema ‘La esperanza no defrauda’- fue organizado por cinco parroquias de la Arquidiócesis de Washington.
“Querido Jesús, Tú conoces los retos que cada uno de estos jóvenes enfrenta en su vida diaria, preocupados por sus familias, las enfermedades o se sienten solos o estresados por la escuela. Señor, en todas estas situaciones, derrama tu esperanza en sus corazones”, pidió el obispo al inicio de la celebración.
La vida del cristiano es una vida de esperanza, tema del Jubileo 2025. Y hemos sido invitados a vivir con esperanza este año y los años venideros, indicó.
En su homilía, el obispo Menjívar expresó que el Espíritu nos da vida, libertad y un propósito en la vida: “Cuando dejamos que el Espíritu nos guíe, nos vemos diferentes a como el mundo nos ve, no influenciados por los gustos, apariencia, títulos o propiedades, pero sí de la forma en que Dios nos ve: elegidos, amados, llamados y capaces de recoger frutos, aun cuando alguien nos diga que no servimos para nada”.
Una banda integrada por jóvenes músicos animó la velada con canciones y alabanzas modernas, bailes, saltos y cantos con un refrescante toque juvenil, en una auténtica fiesta espiritual que contó, también, con la participación de los sacerdotes Mario Majano, Benedict Radich y James Morrison.
Siempre es bueno ver a jóvenes de diferentes parroquias tomando la iniciativa porque quieren motivarse entre ellos mismos y unirse entorno a su ministerio, dijo el padre Majano, quien es director asistente de vocaciones en la arquidiócesis.
La enseñanza del papa Francisco fue clara en que los jóvenes son el presente de la Iglesia, como lo son también para el papa León XIV y el arzobispo Robert McElroy, subrayó Majano.
Voces de los protagonistas
Katerín De La O, feligrés de St. Mary dijo que el retiro surgió por el deseo común de los organizadores de invitar a estos jóvenes a que se acerquen más y tengan una relación con Dios.
“Hay muchos jóvenes que no están abrazando nuestra fe todavía y hoy les estamos enseñando cómo tener una relación con Dios, relación que nos va a ayudar a definir nuestra identidad como personas y católicos y cumplir con nuestra misión de Iglesia en salida”, dijo Katerín.
A los jóvenes les sugiero que nunca se alejen de Dios. En cualquier circunstancia siempre va a ver esperanza, porque Dios nunca nos deja solos. Es lo que queremos enseñar -agregó-. No importa lo que nos diga la sociedad, Dios va a ser el mismo hoy, mañana y siempre.
Invitó a los padres a motivar a los jóvenes a que vayan a la iglesia, que les enseñen el amor de Dios “porque es algo que comienza en el hogar”, para que ellos se sientan amados que es lo que están buscando: “ser amados y conocidos”.
Kevin Arévalo, coordinador del ministerio juvenil en Nuestra Señora de las Américas, explicó que “el retiro nació como un fruto de la Pascua Juvenil”, que en abril atrajo a muchos jóvenes de diferentes parroquias.
“Conocido, Amado y Llamado nació después de discernir sobre qué es exactamente lo que buscan los jóvenes y cuál es nuestro deber como líderes juveniles para enseñarles cómo desarrollar esa relación”, acotó Arévalo.
“Es muy valioso para nosotros el apoyo del cardenal McElroy, no solo a los latinos, sino a todos los jóvenes de la arquidiócesis, al igual que siempre lo hace el obispo Evelio, quien participa hoy con nosotros”, puntualizó.
Gisselle Bravo (21), quien sirve en la Iglesia San Bernardo Claraval, dijo que el gozo con el que todos alaban al Señor es una parte importante de nuestro retiro, nos gusta hacer las alabanzas con mucha alegría lo que hace más atractivo a los adolescentes.
“Los jóvenes son el presente de la Iglesia porque lo que vamos aprendiendo lo empezamos a practicar y entonces luego incluimos a los demás que vienen, entonces me da mucho gusto que en las iglesias podemos ver más imágenes que se enfocan en los jóvenes”, señaló.
Daniel Aguilar Morán (19), quien sirve en San Camilo, dijo que le da mucha esperanza “ver a los jóvenes aquí y que vean no están solos y que, en ésta Iglesia católica y universal, pueden hacer amigos; y para ello, unimos fuerzas como parroquias para hacer posibles retiros como éste, tal como lo vivimos en la pascua juvenil”.
Saúl Viera (24), coordinador del ministerio de jóvenes en St. Mary, también se mostró complacido por la respuesta de los adolescentes a la convocatoria: “Es maravilloso ver a tantos jóvenes reunidos y es significativo que hayan elegido venir el sábado, un día en el que suelen salir salen con amigos a otras actividades, pero hoy están aquí aprendiendo sobre Dios”.
Habiendo conocido el amor de Dios a los 15 años, Viera conoce de las necesidades de los adolescentes, de 13 a 17 años, en quienes se enfocó el retiro: “He aprendido que el amor a Dios puede transformar la vida de cualquier persona y quiero compartir lo que he recibido. Dios nos conoce, nos ama y nos llama a ser el presente de la Iglesia y tengo mucha esperanza en la fe de los jóvenes y su amor a Dios”.
El hermano Daniel, de la parroquia San Camilo, destacó que es un momento especial para desarrollar y profundizar su relación con Dios: “Es bueno que ellos vean que no están solos, que no son los únicos que siguen a Cristo. Estamos -en este retiro- felices de que ellos también estén felices de participar, pero somos muchos más jóvenes en toda la arquidiócesis que estamos trabajando por amor a Dios”.
