Una jornada de profunda espiritualidad y comunión vivió la Arquidiócesis Católica Romana de Washington durante la peregrinación y celebración del Santo Jubileo 2025. El evento, realizado el 31 de mayo, reunió a cientos de fieles en la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción, reconocida por el Vaticano como lugar de peregrinación en Estados Unidos durante el presente Año Santo.
La celebración eucarística presidida por el obispo Evelio Menjívar Ayala conto con la presencia del obispo Juan Espósito, los monseñores Walter Rossi y Vito Buonanno, los sacerdotes Anthony Lickteig y Ebuka Mbanude, entre otros.
En su homilía, el obispo Menjívar subrayó el papel central de la familia en la vida cristiana, llamando a los fieles a celebrar y proteger el testimonio de las familias unidas en la fe.
“Hoy nos reunimos como familia arquidiocesana para celebrar una jornada especial, en la que coincidimos con fiestas litúrgicas de gran significado para la Iglesia, tanto local como universal”, expresó el obispo.
También recordó que, en Roma, durante el fin de semana, fue la fiesta jubilar dedicada a las familias, niños, abuelos y ancianos, invitando a los presentes a ser testigos vivos del modelo de vida familiar que Dios propone, es decir una vida construida sobre la fe, el amor y el cuidado mutuo.
María, Peregrina de Esperanza
La homilía tuvo un momento especialmente emotivo al reflexionar sobre la fiesta de la Visitación, que conmemora el viaje de María a casa de su prima Isabel: “María emprendió una peregrinación que fue, ante todo, un viaje de amor, de fe y de servicio. En ese gesto, ella se convierte en peregrina de esperanza, portadora de Cristo, sembrando alegría, consuelo y humildad donde más se necesita”.
El obispo Menjívar recordó las palabras del fallecido papa Francisco, quien animaba a los fieles a ser “peregrinos de esperanza”, destacando el carácter itinerante de la Iglesia, siempre guiada por el Espíritu Santo. También hizo referencia al recién elegido papa León XIV, describiéndolo como un pontífice misionero que ha puesto la evangelización en el centro de su pontificado.
Devoción Bajo Techo
Aunque la lluvia impidió la tradicional procesión eucarística al aire libre, los fieles no se desanimaron. La procesión se realizó dentro del imponente templo, en un ambiente de recogimiento y fervor. Durante la jornada se rezó el Santo Rosario en varios idiomas y se adoró al Santísimo Sacramento, llenando cada rincón de la Basílica con cantos, oraciones y silencios llenos de fe.
El obispo Menjívar concluyó su mensaje animando a los fieles a caminar juntos, sostenidos por la fe, guiados por María y con Cristo como capitán: “Navegamos por los océanos turbulentos de la historia, pero lo hacemos con la certeza de que Jesús y la gracia del Espíritu Santo nos conducen hacia la casa del Padre, nuestro destino final”.
La jornada dejó una profunda huella de esperanza en la comunidad católica de Washington, renovando el compromiso común de transformar el mundo con la fuerza del Evangelio y reafirmando la misión compartida de todos los creyentes: ser luz en medio del camino.
Voces
Para la mexicana María Villanueva, quien asiste a la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, participar de la Peregrinación y Celebración del Santo Jubileo 2025 es un momento ideal no solo para renovar el amor y la fe, sino para fortalecer la misión de las familias en la vida de la Iglesia: “En mi familia estamos alegres de vivir el Jubileo y entendemos que es un camino de renovación interior y todos tenemos que dar testimonio vivo de esperanza, gracia y unidad”.
El nicaragüense Raúl Rentes, de la parroquia Santa Rosa de Lima, dijo que llegó con su familia a basílica para cumplir con la peregrinación en el Año Santo: “La experiencia de poder orar, reflexionar y participar de una misa especial en compañía de mi familia ha sido muy gratificante. Es bonito ser parte de una Iglesia viva, que camina de la mano con la Virgen María”.
La colombiana Rosa Carmona, de la parroquia San Rafael, señaló que en los momentos difíciles que vive hoy la comunidad hispana todos estamos llamados a ser “peregrinos de esperanza” y a dar testimonio de fraternidad y solidaridad: “En nuestra parroquia trabajamos para que este tiempo de gracia sea vivido en comunidad, con la familia y el Jubileo 2025 no permite renovar nuestro compromiso cristiano”.
Misión San Andrés
Horas antes del inicio de las celebraciones del Santo Jubileo 2025 en la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción, un nutrido grupo de catequistas de la Misión San Andrés caminaron cerca de diez millas para llegar al Santuario Nacional de San Juan Pablo II y participar de las actividades previas a la misa central.
El diácono Oscar Mendez dijo que los catequistas caminaron para reafirmar su compromiso con la Iglesia y testimoniar su voluntad de ser “Peregrinos de Esperanza”: “Es importante destacar este testimonio poderoso de fe y entrega. Gracias por caminar no solo con los pies, sino con el corazón arraigado en Cristo”.
Puntualizó, que todos los fieles están llamados a convertirse en mensajeros de la paz y vivir el Evangelio en todo momento.
