Las mujeres embarazadas, bebés, adolescentes, niños, ancianos, enfermos y personas con condiciones crónicas, propensas a reacciones graves, son más vulnerables al impacto de un planeta que se está calentando.
En el verano, oleadas de calor intensas ocasionan en algunos sitios incendios y está relacionado con efectos adversos a la salud. Cuando el cuerpo es expuesto a temperaturas extremas -sin la hidratación adecuada- se pueden producir “golpes de calor”, afectando a la población más vulnerable, explica la activista climática Luz Drada de “Moms clean air force”.
El calor extremo, el humo de los incendios forestales, las sequías, las tormentas más fuertes y otras amenazas climáticas, afectan la salud de nuestros niños. “Y está sucediendo ahora mismo y no en un futuro imaginario y lejano”, agregó. “Nos basamos en información científica y datos que confirman que la crisis climática cada vez es más fuerte y los efectos cada vez son más devastadores”.
Los bebés y las madres tienen grandes probabilidades de ser impactados por el cambio climático -argumenta quien vivió en carne propia las consecuencias y dice que la mayoría de las mujeres embarazadas no están al tanto del riesgo.
Asegura que sufrió un embarazo de alto riesgo (hace ocho años) debido a la crisis climática. Pasó el embarazo en temperaturas extremas en Missouri, alrededor de 110 grados (F) y desarrolló preeclampsia, una complicación del embarazo que puede aumentar la presión arterial de la madre y ocasionar daño renal, daño a otros órganos e incluso la muerte. (mayoclinic.org/es/diseases-conditions/preeclampsia/symptoms-causes/syc-20355745)
“Estar expuesto a calor extremo es un factor que aumenta el riesgo de preeclampsia”, dijo Luz. Su hijo nació prematuro, cinco semanas antes del tiempo que se esperaba, y con bajo peso.
Esto se está agravando y está ocurriendo a nivel nacional. Maneyla De Sousa (36) vive en Albuquerque, Nuevo México, una zona de altas temperaturas. No bebía mucha agua, estaba deshidratada y tuvo un embarazo de alto riesgo. En estado avanzado de gestación, en el hospital le dieron agua y suero y su condición mejoró radicalmente al ingerir líquido. Su bebita nació el 9 de abril del 2025 tres semanas antes de lo previsto y con bajo peso.
Ambas madres y bebés se recuperaron, pero Luz tomó acción. “Mi experiencia me ha convertido en una portavoz para que otros estén informados, puedan cuidarse y tomar medidas para que no les pase lo mismo”, explicó.
Luz, quien coordina el programa Ecomadres, asegura que los latinos estamos impactados desproporcionadamente por la crisis climática: “Son latinos los que trabajan la agricultura y exponen sus cuerpos sin descanso al aire libre durante muchas horas. Además del calor, se exponen a un aire contaminado por los pesticidas”.
Explicó que hay localidades que no cumplen los requerimientos del Gobierno y el aire es sumamente contaminado, afectando más a las poblaciones vulnerables como las mujeres embarazadas. “Respirar aire tóxico puede desencadenar condiciones que pueden afectar la placenta. Las refinerías emiten contaminantes que afectan a la comunidad en general, en especial a los bebés que tienen cuerpo y pulmones en desarrollo. Como son vulnerables, hay más riesgo de consecuencias como desarrollar asma”, dijo Luz.
Afirma que mucha gente no conecta el cambio climático con el impacto en la salud humana. “La crisis climática es real y los médicos no están informando a las embarazadas del riesgo del calor. O no saben o no lo creen, pero sí hay base científica”, dijo subrayando que hay más información en el website de su organización momscleanairforce.org/ecomadres.
A nivel local, el impacto del cambio climático también va en aumento. Hay muchas lluvias y las inundaciones rápidas son frecuentes. El 14 de mayo el gobierno envió una alerta de emergencia diciendo que el río Potomac subiría 6 pies cerca de Harpers Ferry, WV. Ese día fue caótico en Westernport (zona rural del oeste de Maryland): negocios y casas se inundaron e incluso 150 estudiantes y 50 adultos fueron evacuados de una escuela. “Todo esto está pasando tan cerca de nosotros”, dijo Luz, inmigrante católica con una maestría en recursos naturales.