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¡Jesús es el mejor ejemplo que tenemos!

El cardenal Wilton Gregory lava de los pies de feligreses durante la misa del Jueves Santo celebrada en la catedral de San Mateo Apóstol. Foto/Andrew Biraj

El ejemplo de servicio humilde de Jesús nos reta a todos a ver a los demás como dignos de ser amados, ejemplo que nos conduciría a terminar los odios de todo tipo, destacó el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, en su homilía de Jueves Santo celebrada en la catedral de San Mateo.

El cardenal Gregory subrayó que el ejemplo de Jesús tiene la intención de cambiar el mundo y cambiarnos para mejor: “Su ejemplo acabaría con el odio en todas las naciones de Europa, Oriente Medio y África y sugeriría que el racismo en nuestra propia nación terminaría. Si su ejemplo fuera tomado en serio, el sexismo, el clasismo, el prejuicio por género y por edad ya no existirían y se pondría fin a todas las formas de discriminación en el medio laboral, en la educación y en la vivienda. Su ejemplo haría inexistente la intolerancia religiosa”. 

Si tomáramos en serio el ejemplo de Jesús –explicó el arzobispo–, Saturday Night Live podría quedarse sin material porque la gente ya no se odiaría, no se menospreciaría o explotaría unos a otros. Claro está que no todos los seguidores de Jesús han tomado en serio su ejemplo. 

Previamente, el cardenal Wilton Gregory, quien dijo ser “un optimista desesperado”, dijo que –como creyentes– estamos llamados a vivir y practicar la virtud de la esperanza, esa capacidad espiritual de ver el plan de Dios desarrollándose incluso en los muchos desastres que nos rodean. 

Reconoció que “vivimos en una sociedad cada vez más dura e irrespetuosa y, algunas veces, incivilizada”. Pruebas al canto, mencionó la guerra salvaje que se libra en Ucrania, las personas que se comportan agresivamente en los aviones, los tiroteos sin sentido en nuestras escuelas o en el transporte público y las expresiones de violencia que son una práctica casi cotidiana. 

Añadió que demasiadas personalidades de los medios de comunicación se ganan la vida propalando comentarios a menudo groseros etiquetándolos como libertad de expresión, informativos o de entretenimiento. Además, algunos canales de noticias giran en torno de personalidades agresivas e insultantes que disfrazan bajo la máscara de un “diálogo honesto y abierto”.  

Indicó que ciertos videojuegos, dirigidos a nuestros jóvenes, son de una naturaleza tan violenta que deberían ser codificados por su brutalidad. Otro tanto, se observa en el Internet que se ha convertido no solo en una autopista de información, sino también en un oscuro pozo de oportunidades sexualmente explícitas y salaces.  

En suma, precisó, que estamos en un estado de cosas terribles, desde el punto de vista moral, donde no hay necesidad de profundizar en los escándalos que plagan instituciones nobles, incluida nuestra amada Iglesia católica. 

La mayoría de nosotros –indicó– admitimos a regañadientes que los buenos ejemplos son muy difíciles de encontrar. Mas, sin ser contradictorios, esta noche, Jesús nos muestra y nos dice que nos ha dado un ejemplo incuestionable: lo que hizo por nosotros, lo hizo por amor. Sin embargo, ese buen ejemplo de Jesús es tan público y sorprendente como lo son las actividades extravagantes que empobrecen y arruinan nuestro mundo.

El cardenal Gregory enfatizó que el ejemplo de Jesús tiene la intención de cambiar el mundo y cambiarnos para mejor: “La esencia del Jueves Santo se encuentra en el ejemplo servil de amor al prójimo de Cristo. La Eucaristía misma, el don perdurable de su presencia es la cumbre de su expresión de entrega de sí mismo, su vida dando buen ejemplo”. 

Si todos tomáramos en serio su ejemplo –continuó–, Saturday Night Live podría quedarse sin material porque la gente ya no se odiaría, menospreciaría o explotaría unos a otros. Obviamente, no todos Sus seguidores han tomado en serio el ejemplo de Jesús. Sin embargo, cada Jueves Santo, echamos otra mirada a cómo debemos tratarnos unos a otros si siguiéramos su ejemplo de servicio desinteresado y amor. 

De otro lado, el cardenal recordó que cuando Jesús terminó de lavar los pies de sus discípulos y se volvió a poner el manto, se sentó a la mesa y dijo: “¿Se dan cuenta de lo que he hecho por ustedes? Ustedes me llaman: ‘Maestro y Señor’. Y dicen verdad, pues lo soy. Si yo, siendo ‘el Señor y el Maestro’, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Te he dado un ejemplo a seguir, para que como lo he hecho por ti, tú también lo hagas”.

Finalmente, el arzobispo Gregory dijo que a ver si este año conseguimos hacerlo bien, porque en un mundo con cada vez menos buenos ejemplos, ¡Jesús es el mejor ejemplo que tenemos! 

 

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