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Jornaleros siguen facturando a pesar de la amenaza y temor a ‘la migra’ -

Jornaleros buscan un posible empleador en un estacionamiento en Falls Church, Virginia. Foto/CNS/Kevin Lamarque, Reuters

El mercado de la vivienda da signos de debilitamiento, la confianza del consumidor ha disminuido, el Gobierno no se detiene en su carrera tras los trabajadores indocumentados y el futuro económico no se proyecta favorablemente; pero a los jornaleros del área no les falta trabajo.

Hay más trabajadores que reciben incluso mejor pago. “No hay menos jornaleros, pero hay más temor”, dice Lindolfo Carballo, director de desarrollo económico comunitario en la organización comunitaria CASA.

“Ciertamente la economía ha reducido las oportunidades laborales y se ven menos empleadores, quienes se ven afectados por el incremento en el precio de los materiales de construcción”, explicó.

“Los constructores de viviendas redujeron sus proyectos en abril debido a los anuncios de aranceles y al creciente temor a la tensión económica”, anunció CNN a finales de mayo.

El mercado de la construcción en EEUU es el medidor de la economía. Y Lindolfo dice que “muchos empleadores que siempre han contratado jornaleros ahora tratan de ahorrar y no invertir mucho por el clima de incertidumbre económica”.

Inmigración

Otro reto que enfrentan los jornaleros es ‘la migra’. Desde que empezó la administración Trump -explica-, la situación se ha puesto más vulnerable. Al ver las noticias, aumenta el temor, los trabajadores se sienten amenazados y menos protegidos.

“Los jornaleros saben que reunirse al aire libre frente a Home Depot o 7Eleven los hace más vulnerables a las redadas. Y, por el temor a las redadas, ha disminuido la cantidad de trabajadores en esos lugares”, dijo Lindolfo.

No pasa lo mismo en los centros laborales de CASA porque ellos se sienten protegidos allí -dice-. “Incluso se ha incrementado el número de trabajadores. Por ejemplo, en los centros ubicados en Silver Spring y Wheaton llegan cada día entre 30 a 60 trabajadores”.

Lindolfo deja en claro que CASA ni pregunta ni toma en cuenta el estatus migratorio de los jornaleros, el cual abarca todo el espectro: sin documentos, con permisos de trabajo debido a estatus temporales (TPS, asilo o ‘parole’), con green card y ciudadanía.

“Los hemos preparado y ayudado a crear documentos legales para que los entreguen a un familiar o amigo en caso de deportación. Les explicamos qué hacer cuando llega ‘la migra’ (casa, empleo, calle), para que conozcan sus derechos”.

Carballo explicó que -en los centros de bienvenida- CASA les recibe con café y mucha información útil para la comunidad inmigrante. Les ofrece clases de inglés, computación y vocacionales, talleres y charlas sobre sus derechos como trabajadores extranjeros. Aprenden la diferencia entre el Departamento de Trabajo y el Departamento de Seguridad Nacional (inmigración).

Existen agencias que ofrecen ubicar a los trabajadores en trabajos temporales. Los empleadores les pagan a esas agencias que, a su vez, les descuentan comisiones a los trabajadores, reduciendo el monto en los cheques.

“CASA -no es el empleador- es una entidad sin fines de lucro que aboga por los derechos de los inmigrantes y trabajadores. No cobramos ni a los empleadores ni a los trabajadores, solo los conectamos y monitoreamos que ninguno tome ventaja del otro. Nos aseguramos de que el proceso sea justo”, aclaró Lindolfo.

CASA determina cuánto pagarles, negocia para que les paguen más que el salario mínimo. “Actualmente, en promedio, los jornaleros piden 19.75 dólares por hora, dependiendo del tipo de trabajo. Los que ganan más son profesionales con licencia. Los electricistas o plomeros pueden llegar a ganar hasta 35 a 40 dólares por hora”, dijo.

Los jornaleros están cobrando más debido a la inflación -dice Lindolfo-. “Por ejemplo, en Maryland, ya no hay lugares en los que ganen ese promedio de 19.75 dólares, ahora cobran más. Los jornaleros negocian y deciden, y es probable que aumente aún más el pago por hora en los próximos meses”.

La mayoría de los jornaleros (75%) son hombres, solteros o cabeza de familia, que mantienen su hogar y/o envían remesas para sus familiares.

CASA administra los centros de bienvenida ubicados en: Langley Park, Rockville, Wheaton, Silver Spring, Baltimore, inclusive Lancaster y York en Pensilvania, Woodbridge y Fairfax en Virginia, igualmente un centro en Atlanta, Georgia.

Allí se ofrecen programas de servicio a la comunidad y, específicamente, ofrecen empleo en Maryland y Pensilvania, como jornaleros o empleo temporal. Clases de inglés (ESOL) en Maryland, Virginia, Pensilvania y Georgia. Clases de preparación para el examen de ciudadanía en Maryland, Virginia, Pensilvania y Georgia.

Además, ofrecen servicios legales en casos de inmigración, asistencia legal en caso de robo de salario y en defensa de los derechos de los inquilinos. Capacitación vocacional en Maryland: electricidad, aire acondicionado, paneles solares, calefacción, mantenimiento de edificios, cuidado de niños.

Ofrecen clases de OSHA (reglas de protección de los trabajadores), talleres sobre elaboración de currículo, cómo atender a entrevistas de trabajo (Maryland, Virginia, Georgia y Pensilvania).

Para más información, visite: WeareCASA.org.



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