Cuando en el 2013 Patricia González decidió dejar Republica Dominicana para continuar su vida como maestra en Estados Unidos, prometió a su familia convertirse en una profesional ejemplar en la comunidad hispana de la capital. Una década después la excelencia demostrada y su compromiso con la educación católica le permitieron ser distinguida con el premio 'Golden Apple 2024’.
El 22 de abril, profesores, alumnos, padres de familia y personal administrativo de la escuela católica Sagrado Corazón de Washington, DC, le dieron una bulliciosa sorpresa por haber obtenido un importante premio para su carrera profesional y que también enaltece el prestigio de la popular escuela.
Pese a la emoción que la embargaba y el bullicio incansable de los pequeños, la maestra Patricia González agradeció las muestras de cariño de los niños y de sus familiares presentes. “Este premio ha sido una verdadera sorpresa, gracias por estar conmigo este momento especial y lo comparto con toda la familia del Sagrado Corazón”.
También tuvo palabras de agradecimiento para la Arquidiócesis Católica Romana de Washington no solo por reconocer su trabajo y dedicación, sino por permitirle el privilegio de poder enseñar las primeras letras y oraciones a cientos de niños de capital.
“Educar a los niños de Prek-3 es una tarea fácil si se hace con amor e inspirada en las enseñanzas de la Iglesia. Como inmigrante hispana entiendo el triple compromiso que tengo que asumir cuando ingreso a las aulas, cumplir con brindar nuevos conocimientos a los niños, ayudarles a crecer en su fe y mostrarles el camino del bien que les servirá en el futuro”, manifestó la maestra dominicana.
Ella, quien se gradúo de maestra en la Universidad Iberoamericana en Santo Domingo (República Dominica), decidió junto a su familia afincarse en Estados Unidos y continuar su capacitación en programas especiales en universidades como Harvard y Loyola. Ahora todos sus conocimientos son desarrollados a plenitud en las aulas de la cita escuela católica.
Agregó que trabajar con niños es una bendición, pues todos los días con sus ocurrencias, inocentes preguntas y alegría desbordante les recuerdan a ella, como al resto del personal de la escuela Sagrado Corazón, que la vida es bella si se marcha de la mano de Dios.
Reconocimientos
Una de las principales características de los dominicanos es festejar cualquier ocasión en familia, con mucha bulla y música. Es por eso por lo que los padres de Patricia González, Ramón y Edyth, así como su esposo, sus hijos, hermanas, sobrinos y hasta un vecino, hicieron un alto en sus actividades cotidianas para llegar al auditorio de la escuela y acompañarla en este importante momento.
“Que orgullo ver el reconocimiento que le hacen a mi hija Patricia. Ella siempre ha sido un ejemplo para la familia, responsable en sus estudios, dedicada a su familia y en especial con sus alumnos. Todo el tiempo enfocado en aprender más sobre la docencia, por capacitarse en la universidad y ser ejemplo para su comunidad. Que Dios la bendiga siempre”, dijo emocionado don Ramón González.
Para doña Edyth, la sorpresa que le brindaron a su hija fue única e importante, pues no solo reconoce el talento profesional de una maestra hispana, sino demuestra que los inmigrantes estamos aquí para ayudar al progreso de esta gran nación.
Ejemplar entrega
En los últimos años la profesora González ha sido responsable de educar, cuidar y guiar de manera bilingüe a numerosos niños en etapa preescolar que residen en las inmediaciones del barrio de Mt. Pleasant en Washington, DC.
La educadora galardona fue nominada por sus colegas, estudiantes y padres por representar lo mejor en estrategias educativas, identidad católica y conocimiento del currículo.
Los “Golden Apple Award” fueron establecidos por Donahue Family Foundation de Pittsburgh, cuyos fundadores enviaron a sus 13 niños a escuelas católicas. Fue en un gesto de aprecio a los maestros por brindar calidad académica y educación cargada de fe.
