Los medios de comunicación católicos constituyen una plataforma para involucrar a la gente y ofrecen la oportunidad de poder servirles, brindándoles comida y supliendo otras necesidades, dijo el arzobispo de Washington, cardenal Wilton Gregory, el miércoles 9 de junio en el marco de la Conferencia virtual de la Asociación de Prensa Católica (CMA) de EEUU y Canadá.
"Lo que hacen y deben seguir haciendo los medios católicos es contar la historia completa", dijo refiriéndose a ver los diversos ángulos, el lado humano.
Alentó a los participantes a alzar la voz y defender lo que es correcto.
"Sus artículos son fuente de inspiración para los jóvenes", dijo a editores y reporteros resaltando que las publicaciones en periódicos, revistas, en sus redes sociales y portales de internet tienen la importante misión de "transmitir la fe a la próxima generación", dijo al ser entrevistado por Paula Gwynn Grant, secretaria de comunicaciones de la Arquidiócesis de Washington.
Fue una charla pregrabada que empezó con un preámbulo de Paula en vivo por Zoom, explicando que el cardenal es editor de los dos periódicos diocesanos Catholic Standard (inglés) y El Pregonero (español) y tiene su columna en ambos periódicos mensuales. "Descubrí que escribir columnas es una manera muy útil de comunicarse con la gente. Escribo unas 800 palabras que las personas pueden leer rápido y es manejable mientras se toman una taza de café".
Quien ha hecho historia convirtiéndose en el primer cardenal afroamericano de Estados Unidos y es muy popular en los medios católicos y seculares, mostró su respeto y agradecimiento por la oportunidad de participar en este foro titulado: "Comunicando la unidad católica y el regalo de la diversidad en el mundo de hoy".
Alentó a los participantes a encontrar oportunidades para la esperanza, difundiendo un mensaje positivo, la Buena Nueva.
El cardenal contó que ha hecho muy buenos amigos en la prensa católica en el día a día dando entrevistas y haciendo clarificaciones.
Aprovechó para resaltar el espíritu de generosidad en medio de la pandemia. "Me siento muy orgulloso de tanta gente que se involucró (como voluntarios) para entregar comida, dar medicina a los ancianos", dijo convencido de que la situación de crisis hizo emerger una forma más de celebrar nuestra fe.
Reconoce que la pandemia no ha discriminado, afectando a cualquier persona, obligando a los inmigrantes a acercarse en busca de programas de asistencia, poniendo a todos en una situación que no se anticipaba.
"La pandemia rompió la burbuja para mucha gente", dijo.
Los comunicadores católicos han sido claves en esta crisis en cuanto a reportar historias, hechos y el mensaje del evangelio -agregó.
"No solo se dedican a escribir artículos. La CMA es una asociación de profesionales que creen, que también incluyen a Jesucristo en las historias que hacen".
Parte de la misión que tienen de 'restaurar la esperanza', dijo, es decirle a la gente que no está sola, que caminamos juntos. "Es importante sentir que la gente a tu alrededor va en la misma dirección".
El cardenal habló también de la masacre racial de Tulsa en 1921, cuando multitudes de residentes blancos atacaron a residentes y negocios negros del distrito de Greenwood en Tulsa, Oklahoma. Se le considera el peor incidente de violencia racial en la historia de Estados Unidos.
Recientemente se cumplió un siglo de ese incidente y captó la atención de los medios y el público en general.
El cardenal lo considera una tragedia que nos brinda la oportunidad de enorgullecernos por ser católicos.
Los católicos se unieron para ayudar. "La Iglesia estuvo allí, en silencio, dando protección", acotó.