La ceguera se ha convertido en una seria amenaza para los hispanos. El glaucoma y la diabetes son dos de las principales males que la provocan, pero muchos latinos no asocian esas enfermedades con la posibilidad de perder la visión. En el área metropolita varias organizaciones, entre ellas el Instituto Hispano de Prevención de la Ceguera, frecuentemente realizan campañas de prevención para alertar a la población son los riesgos a los que se exponen sino se someten a controles médicos frecuentes.
Richard A. Garfinkel, oftalmólogo en The Retina Group of Washington, quien atiende de manera frecuente atiende casos de hispanos diabéticos con problemas de ceguera, dijo que recientes estudios revelan, por ejemplo, que el glaucoma de ángulo abierto afecta a más de tres millones de estadounidenses y es la principal causa de ceguera en los hispanos. “Lo preocupante que la gran mayoría de los hispanos con glaucoma no tenían conocimiento de su enfermedad y nuestras campañas buscan alertar de este serio problema”.
Explicó que los hispanos muchas veces no le hacen caso a determinados síntomas que podrían estar relacionados con enfermedades de los ojos (ardor, enrojecimiento, dolor, obstrucción visual momentánea, etc.), por lo cual se ven afectados a una edad más temprana que algunas otras comunidades. “Muchos se sorprenden al escuchar sobre importancia de someterse a exámenes con dilatación de pupilas, tonometría, prueba de campo y agudeza visual. Esas pruebas son fundamentales para prevenir la ceguera”.
Garfinkel señaló que es importante que los hispanos con problemas de diabetes visiten de manera regular al médico, pues están en riesgo permanente de padecer de la enfermedad diabética del ojo, que puede causar una pérdida de visión severa o incluso la ceguera.
Asimismo, indicó que muchos hispanos desconocen que el glaucoma es una enfermedad que puede dañar el nervio óptico y provocar una pérdida en la visión o en la ceguera. “Ante cualquier problema con la visión es importante que visiten al médico, cualquier descuido podría tener consecuencias severas con el normal funcionamiento de los ojos”.
Madison Asher, coordinadora de la ‘Ventanilla de Salud’ e Instituto Hispano de Prevención de la Ceguera, comentó que de manera regular su organización realiza campañas de prevención para evitar que la ceguera se convierta en un problema para muchos hispanos. “Todo se puede evitar si se realiza un tratamiento a tiempo. Nosotros trabajamos de manera voluntaria con organizaciones comunitarias de Maryland y Virginia en campañas gratuitas que eviten que los hispanos puedan sufrir de ceguera”.
Cuidado extremo
Michael Kaas, profesor de Oftalmología de la Universidad de Washington, publicó recientemente un artículo en donde señalaba que el glaucoma se ha convertido en una amenaza para los hispanos, el grupo étnico con mayor riesgo de padecerlo después de los afroamericanos "Es alarmante y preocupa mucho el hecho de que el glaucoma cada vez es más común entre los hispanos".
Para Kuldev Singh, profesor de oftalmología en la Universidad de Stanford, es muy importante que los hispanos, cuyo riesgo de tener glaucoma es mayor al promedio de la población, deben someterse a un examen ocular completo todos los años. “El problema más serio es que en la mayoría de las personas el glaucoma de ángulo abierto no presentan síntomas ni señales de advertencia temprana”.
La diferencia entre el glaucoma de ángulo cerrado y abierto es que el primero presenta dolor intentos, pero el segundo no. En uno los canales de drenaje se bloquean (lo cual provoca un rápido aumento de la presión ocular y dolor), mientras que en el otro el proceso es gradual y lento.
El drama que hoy vive el ecuatoriano Carlos Vera es el mejor ejemplo. En el año 2008, durante un examen médico de rutina, le detectaron diabetes y le recomendaron dieta e insulina. En ese momento también le advirtieron sobre los riesgos que tanto los riñones como los ojos podrían verse afectados por la enfermedad. Siete año después, por una actitud negligente, el joven inmigrante se encuentra postrado en cama, totalmente ciego, y sometido a diálisis tres veces por semana.
“Yo nunca le hice caso a las recomendaciones de los médicos. No hice dieta y tampoco me aplicaba la insulina de manera regular. Hoy me lamento no haberme cuidado. Tengo tres hijos pequeños que no puedo mantener y mi esposa esta obliga a tener dos empleos para solventar los gastos de la casa. Todo se hubiera evitado si yo cumplía con las indicaciones de los doctores”, comentó Vera.
Investigación permanente
Las investigaciones para combatir la ceguera son permanentes en Estados Unidos y uno de los más grandes sueños de la ciencia es que algún día se encuentre una cura en el tratamiento de la ceguera. La Fundación contra la Ceguera (Fighting Blindness Foundation - FFB) ya trabaja en la investigación terapias e implantes correctivas. Para mayor información se puede llamar al 1 800-683-5555.800-683-5551.