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Papa León XIV y el cuidado de la casa común

El Papa al celebrar la primera Misa por el Cuidado de la Creación, en el Jardín de la Madonnina del Borgo Laudato si' en Castel Gandolfo. Foto/VN

Desde Castel Gandolfo, rodeado de la belleza del Lago Albano, resuena con vigor la invitación del Pontífice a sembrar "semillas de paz y de esperanza" y su exhortación a una conversión ecológica que se traduzca en justicia social y custodia real del medio ambiente.

"Parece que aún no se tiene conciencia de que destruir la naturaleza no perjudica a todos del mismo modo: pisotear la justicia y la paz significa afectar sobre todo a los más pobres, a los marginados, a los excluidos. En este contexto, es emblemático el sufrimiento de las comunidades indígenas".

Es la denuncia que plantea el papa León XIV en su mensaje para la Jornada Mundial de la Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebra el próximo 1 de septiembre de 2025 y fue publicado el 2 de julio pasado. Como es habitual, esta jornada inaugura el Tiempo de la Creación, un período ecuménico de oración y acción por la Casa Común que se extiende hasta el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís.

“Todavía hay esperanza y la expectativa de una Tierra en paz”, establece el sitio web oficial de esta iniciativa. “Esperar en un contexto bíblico no significa quedarse quieto y en silencio, sino actuar, orar, cambiar y reconciliarse con la Creación y el Creador en unidad, metanoia (arrepentimiento) y solidaridad”, agregan los organizadores.

Las palabras del Pontífice cobran una fuerza especial en el marco incomparable de Castel Gandolfo, su residencia estival, envuelta por la serenidad de los jardines pontificios y la imponente belleza del Lago Albano. Este espejo de aguas apacibles, escondido entre colinas de origen volcánico, se presenta como un testimonio vivo de la hermosura de la creación. En este entorno privilegiado, donde la naturaleza invita al recogimiento interior, se abre un espacio propicio para el descanso de la mente y la renovación del espíritu. Desde esa contemplación serena brota un llamado urgente a toda la humanidad: reconciliarse con la tierra y sembrar hoy las semillas que, con esperanza, darán fruto en el mañana.

Bajo el lema "Semillas de paz y esperanza", que había sido elegido por el papa Francisco, León XIV advierte que "la propia naturaleza se convierte a veces en un instrumento de intercambio, en un bien que se negocia para obtener ventajas económicas o políticas". En estas dinámicas, la creación se transforma en un "campo de batalla por el control de los recursos vitales". Por estos motivos, "la justicia ambiental —anunciada implícitamente por los profetas— ya no puede considerarse un concepto abstracto o un objetivo lejano", asegura.

Más aún, representa una "necesidad urgente que va más allá de la simple protección del medio ambiente". Se trata, subraya el Papa, "de una cuestión de justicia social, económica y antropológica".

El Obispo de Roma sostiene que "en un mundo en el que los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación, el cuidado de la creación se convierte en una cuestión de fe y de humanidad".

Por ello, el Santo Padre exhorta a pasar de las palabras a los hechos y enfatiza que "trabajando con dedicación y ternura se pueden hacer germinar muchas semillas de justicia, contribuyendo así a la paz y a la esperanza".



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