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Redadas, huracán de categoría 4, arrasa las vidas de las familias inmigrantes

El obispo auxiliar de Washington, Evelio Menjívar-Ayala; y la hermana Norma Pimentel, directora ejecutiva de Caridades Católicas del Valle del Río Grande, participan en el diálogo “Deportaciones y ataques a la dignidad humana: principios católicos, costos humanos y retos pastorales”, realizado en la Universidad de Georgetown, el 11 de septiembre de 2025. Foto/Mihoko Owada

Con las redadas de ICE, la comunidad hispana está viviendo un huracán, que desestabiliza todo alrededor, afectando incluso la salud mental de las personas, dijo el obispo auxiliar de Washington, Evelio Menjívar, durante un panel de líderes católicos realizado en la Universidad Georgetown, el 12 de septiembre de 2025.

“Lo que oigo de la gente y veo en sus ojos es miedo, dolor y una profunda confusión, que no solo está desestabilizando la vida de los inmigrantes en particular, sino también de familias, negocios y comunidades enteras”, agregó en el diálogo “Deportaciones y ataques a la dignidad humana: principios católicos, costos humanos y retos pastorales”.

Debido a las redadas, familias hispanas han sido separadas y las comunidades están llenas de miedo, los inmigrantes temen llevar a sus hijos a la escuela, visitar a seres queridos, ir a la iglesia, a restaurantes, de compras y al trabajo debido a las amenazas y al miedo a la deportación.

Considera que esto no va a ayudar a que nuestras comunidades sean más seguras. Este clima de miedo revive traumas del pasado y está afectando la estabilidad financiera e incluso la vivienda.

Al obispo le preocupa que millones de ciudadanos estadounidenses viven bajo el miedo constante de ser separados de sus familias, incluidos los niños quienes están absorbiendo el estrés, la ansiedad y la depresión de sus padres.

Huracán social

Al preguntársele sobre los efectos a largo plazo de este tipo de experiencias en los inmigrantes, marcadas por una retórica degradante y deshumanizante, el obispo dijo que “nuestra comunidad de inmigrantes está sufriendo su propio huracán en estos días. Es una tormenta de categoría 4 que está arrasando las vidas de las personas, destruyendo sus sueños, sus trabajos”.

Los hispanos en riesgo de deportación temen perder sus empresas que han construido durante años, en un país donde han pagado impuestos y han comprado sus viviendas.

“Cuando se retrata a los migrantes como delincuentes, entonces la discriminación se normaliza y las familias son empujadas a las sombras”, según el obispo Menjivar.

Como personas de fe, dijo, creemos que la tormenta cesará, y que la sanación, la seguridad y la integridad serán restauradas en nuestras comunidades, pero la recuperación no sucederá de la noche a la mañana. “Reconstruir la confianza, restaurar la dignidad y reavivar la esperanza en el futuro llevará tiempo”, acotó

Kim Daniels, moderadora del encuentro auspiciado por “la Iniciativa sobre el pensamiento social católico y la vida pública” de la Universidad Georgetown, calificó la historia personal del prelado como extraordinaria. “El obispo Evelio llegó a este país desde El Salvador, en el maletero (cajuela) de un auto, por la frontera entre Estados Unidos y México. Estuvo indocumentado durante años, encontró la forma de pasar del trabajo de construcción y de oficina a servir al Señor, y en 2023 se convirtió en el primer obispo salvadoreño en EEUU”.

Tiempos difíciles

Participaron también en el diálogo tres obispos católicos, expertos académicos y líderes comunitarios para explorar cómo los principios de la doctrina social católica pueden ayudar a buscar un mejor camino a seguir.

El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, dijo que la doctrina social católica puede resumirse en una frase: “Ningún hombre, ningún ser humano es un problema”.

“Reducir a una persona a un problema, es ofender su dignidad, es ir contra su dignidad como hijo de Dios. El inmigrante no es un problema, puede que sea un extraño, pero un extraño que debe ser acogido como un hermano”.

“Sin preocuparnos por los más vulnerables, no podemos ser una gran nación, una nación justa”, subrayó el obispo de El Paso, Mark Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de obispos católicos (USCCB).

No tenemos ni los recursos ni el megáfono de un Gobierno, dijo, pero con nuestro estilo tranquilo y comprometido, sabemos que tenemos que alzar la voz. Hay que orar y actuar, dijo, “hablar con los congresistas, con nuestras comunidades, con nuestras congregaciones. Podemos estar allí presentes junto a las personas que han sido aterrorizadas por las acciones del Gobierno en este momento con nuestro apoyo, amor, acompañamiento”.

Los obispos dicen que deben tomar decisiones sobre cómo ayudar a estas familias que están siendo separadas y a aquellos que son deportados a situaciones peores. “Espero que podamos estar a la altura de las circunstancias”, dijo Seitz con un sentido de responsabilidad.

“Todos tenemos claro que somos un país de inmigrantes y creo que es importante asegurarnos de hablar con la gente, asegurarnos de que el alcalde y todos los políticos se unan a nosotros apoyando a los inmigrantes. Y, como todos, soñamos que muy pronto tendremos una reforma migratoria, así que sigamos trabajando para ello. Esa es mi oración y mi sueño, que por fin podamos conseguir una solución a estos retos”, dijo el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, quien participó de forma virtual.

Violencia

Durante el diálogo se recordó a las víctimas de los ataques terroristas de Nueva York, DC y Pensilvania, ocurridos hace 24 años un 11 de septiembre. Se mencionó también a Charlie Kirk (31), quien fue asesinado el 10 de septiembre, mientras compartía sus ideas en Utah Valley University. El día anterior fueron baleados varios estudiantes en la escuela secundaria Evergreen en Colorado. El 27 de agosto dos niños fueron asesinados a tiros en una misa en la escuela católica Anunciación en Minneapolis, Minnesota.

“Estamos conmovidos por la terrible violencia que azota a nuestra nación. La letanía de nombres perdidos en actos de violencia sin sentido en los últimos meses y años es demasiado larga. Cada una de estas personas es hijo de Dios”, expresó Kim.

El diálogo puede verse en: youtube.com/watch?v=ElzImtr4fMU.



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