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Sangre de los mártires se convierte en semilla de nuevos cristianos

Dra. Mary Soha, vicepostuladora de la causa de canonización de los mártires de La Florida, da su discurso el 20 de noviembre en el auditorio del santuario San Juan Pablo II en Washington DC. Foto/Nicole Olea

La nueva evangelización, de la que se hace énfasis hoy, ya fue aplicada en el siglo XVI por los misioneros españoles en La Florida. Allí, los misioneros franciscanos llevaron la fe cristiana a las culturas nativas, entonces los indígenas la acogieron como la culminación de sus creencias y algunos de ellos murieron tratando de defenderla de los invasores protestantes.

Casi 450 años antes de que San Juan Pablo II instara a los católicos a buscar nuevas formas de evangelizar, “dos dominicos, el obispo Bartolomé de las Casas y el padre Luis de Cáncer, al ver los retos que planteaba la predicación del Evangelio en estas zonas, elaboraron lo que se conoció entonces como la nueva evangelización”, explicó la Dra. Mary Soha, vice postuladora de la causa de canonización de los mártires de Florida, el 20 de noviembre en el Santuario Nacional de San Juan Pablo II en Washington D.C.

“En América Central y del Sur, ver a los españoles que profesaban esta fe en Jesucristo vivir una vida tan contradictoria con lo que los sacerdotes enseñaban dificultaba la verdadera conversión”, señaló.

Tras haber convertido con éxito a una de las tribus más belicosas de la península de Yucatán, estos dos dominicos llevaron su concepto al rey de España y al Papa.

El Papa aceptó este formato de la nueva evangelización y animó a todos los misioneros del mundo a seguirlo.

En 1537, el papa Pablo III escribió una bula papal estableciendo que ningún pueblo debía ser esclavizado y que los creyentes estaban llamados a salir y enseñar a todos y en todo lugar las doctrinas de la fe.

En 1542, el rey Carlos V promulgó nuevas leyes, una de ellas prohibía expediciones militares y mercenarias en Norteamérica hasta que se pudiera ofrecer, sin coacción, la fe católica a los pueblos indígenas -dijo en su presentación titulada: “Los mártires de La Florida: lecciones sobre la nueva evangelización” que se llevó a cabo en el marco del Mes de la Herencia Nativa Americana.

Lo que no se cuenta

Suele criticarse a los que llegaron a estas tierras a colonizar, pero la doctora insiste en que hay que mirar el pasado con una visión amplia, más inclusiva y positiva. “Colón era un navegante brillante”, reconoció.

Afirma que la historia de la cadena misionera de La Florida y de los mártires de La Florida, se trata de la búsqueda del reino de Dios y la lucha por defender a Jesucristo.

“Su fe libremente aceptada es parte de la historia no contada de América”, dijo.

Argumenta que los verdaderos comienzos de esta nación, antes de la colonización, estaban marcados por “numerosas atrocidades que sufrieron los nativos americanos del Caribe, América Central y América del Sur. Algunas de estas atrocidades a principios del siglo XVI fueron cometidas por otros nativos americanos, pero la mayoría por militares españoles y mercenarios inicialmente”, dijo la oradora.

Decididos a aplicar la nueva evangelización, tres frailes dominicos desembarcaron en la costa oeste de Florida para comenzar a compartir el evangelio. En poco tiempo, se convirtieron en los primeros mártires de la Florida, dijo.

En 1565, Pedro Menéndez de Avilés, almirante en jefe de toda la Armada Española, desembarcó en lo que conocemos como San Agustín, Florida. Soha cuenta que “se arrodilló, besó la cruz que el padre López le presentó y sus vestiduras y reclamó esta tierra de América del Norte en nombre de Dios. Nunca reclamó la tierra para la propiedad de España, sino solo para que estuviera bajo su protección”.

Su misión principal, dijo, era comenzar la evangelización de América del Norte trayendo sacerdotes que siguieran la nueva evangelización. Esa iniciativa aclaraba que antes de predicar, los sacerdotes debían aprender el idioma, la cultura y el sistema de valores de las personas a las que intentaba catequizar.

En 1566, pocos meses después de la fundación de San Agustín, el padre Pedro Martínez fue martirizado.

La doctora compartió en su charla más historias que son parte de la causa que avanza en el Vaticano, historias que son consideradas inspiradoras para la Iglesia.

La experta ahondó en la Nueva Evangelización en el contexto de las comunidades nativas americanas y de las lecciones que podemos extraer para la Nueva Evangelización actual.

La Dra. Soha iluminó el testimonio perdurable de las comunidades nativas americanas y exploró cómo su legado ofrece profundas perspectivas para la misión evangelizadora de la Iglesia hoy en día.

Los mártires

La causa de beatificación une a víctimas de persecución religiosa en la Florida -bajo dominio español- entre los siglos XVI y XVIII y es conocida oficialmente como los Siervos de Dios, Antonio Inija y Compañeros.

“Estamos bastante emocionados. Hay 14 eventos de martirio diferentes. Incluye 58 hombres, mujeres, niños, un niño no nacido que también fue asesinado. Hay dominicos, jesuitas, franciscanos, criollos, españoles y 28 nativos americanos”, explicó la Dra. Soha.

Los eventos tuvieron lugar entre 1549 y 1715 en la región que los españoles llamaban La Florida -un territorio más extenso al actual estado.

Por eso, esta causa incluye, además de seis de las siete diócesis actuales de Florida, las diócesis de Richmond (Virginia), Mobile (Alabama) y Savannah (Georgia).

Algunos de estos catorce acontecimientos cuentan con un solo mártir, mientras que otros tienen varios. Los mártires son sacerdotes y hermanos, así como laicos nativos y españoles. Hay hombres, mujeres y niños, incluido un bebé no nacido.

Se unieron en el esfuerzo las autoridades católicas de varias diócesis, miembros de tribus indígenas y cientos de laicos. Después de varios años de recopilar información, se concluyó el proceso a nivel diocesano y se transfirió el material al Vaticano. La causa fue presentada en noviembre de 2023. El dicasterio para las causas de los santos recibió un trabajo de investigación de 8 volúmenes y emitió un decreto de validez judicial el 8 de enero del 2025. El proceso sigue su curso en el Vaticano.

Su memoria

“El recuerdo de aquellos que hicieron el sacrificio supremo por la fe, sigue siendo igual de importante para nosotros hoy en día”, según dijo Graten Brown, director de misión y ministerio en el santuario.

Haciendo eco de las palabras del san Juan Pablo II, agregó: “Una parte integral de nuestra memoria religiosa es el deber de recordar el significado del martirio para proponer las reales figuras de los testigos de la fe a la veneración de todos. El recuerdo de los mártires no puede borrarse de la memoria de la Iglesia ni de la humanidad”.

El santo es conocido por haber acuñado el término “nueva evangelización”. Lo utilizó por primera vez en 1983, cuando se dirigió a los obispos de América Latina. En su papado, hizo un llamado a los católicos a una reevangelización de América, sino a una Nueva Evangelización que sea "nueva en su ardor, métodos y expresión".

Este encuentro fue un momento de reflexión, enriquecimiento espiritual y compromiso renovado con el Evangelio. Estuvieron presentes líderes hispanos de la USCCB, también el obispo auxiliar de Washington Evelio Menjívar, entre otros.

La sangre de los mártires se convierte en la semilla de los nuevos cristianos -según el obispo-. Explicó que los nativos americanos, con su heroico testimonio y su valentía frente a la violencia, demostraron una gran fidelidad a la fe que habían recibido.

“Fue la gracia del Espíritu Santo la que les permitió aferrarse a esa nueva fe que habían recibido y que querían transmitir a las nuevas generaciones. Esa es la fe que nosotros también hemos recibido. No importa de dónde venimos, tenemos que apreciar esa fe y tenemos que transmitirla” a los demás.

El prelado dio gracias por los primeros pueblos en estas tierras, “por su reverencia a la creación, su sabiduría, su resiliencia y sus contribuciones a la nación y la Iglesia”.

También instó a honrar la memoria de esos hombres, mujeres e incluso niños, nativos y españoles que dieron testimonio del Evangelio con valentía, con fidelidad y con el don de sus propias vidas, especialmente durante este mes de la herencia nativa americana.

Este evento fue auspiciado por el Santuario Nacional de San Juan Pablo II con el apoyo de la Oficina Arquidiocesana de Diversidad Cultural en la Iglesia de la ADW.

El Santuario Nacional de San Juan Pablo II está ubicado en 3900 Harewood Rd NE, Washington, DC 20017.

Para más información sobre los mártires de la Florida, visite: martyrsoflafloridamissions.org.



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