En el Día de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, el liderazgo del ministerio católico hispano en Estados Unidos oró por los inmigrantes que están siendo perseguidos e instaron a acogerlos y a ayudarlos en este tiempo retador.
“Oremos por los inmigrantes -especialmente los más vulnerables-, por la Iglesia que apoya a los inmigrantes en las comunidades, por los que sufren persecución. Pedimos protección para las víctimas de tráfico humano. Cada persona merece compasión y que se respete su dignidad”, fueron las palabras introductorias en el foro “Migrantes con María: un tiempo para la oración y las soluciones pastorales” que se realizó en la Universidad Católica de América (CUA).
Fue un momento nacional de reflexión y acción en respuesta a la llamada jubilar del papa León de acompañar a las familias inmigrantes.
El presidente de la universidad, Peter K. Kilpatrick, manifestó la preocupación de los católicos por el racismo y las injustas prácticas contra los inmigrantes. “Tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros hermanos, a nuestros vecinos”, dijo en el evento que se realizó a cabo en el edificio “Father O'Connell” de la escuela de negocios de CUA.
Elizabeth Román, presidenta del Concilio Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM, siglas en inglés), instó a ser hospitalarios con los inmigrantes y darles la bienvenida. “Los inmigrantes y refugiados son parte de nuestra familia”, dijo.
Los líderes resaltaron que “cada inmigrante está hecho a imagen y semejanza de Dios” y que debemos mostrar solidaridad en este momento crítico.
Se agradeció a quienes sirven en el ministerio hispano en las diferentes diócesis a nivel nacional por “su liderazgo, su compromiso pastoral y su dedicación a las familias inmigrantes que continúan enfrentando retos inmensos”.
No podía evitarse el mencionar las injustas redadas, violentos arrestos y dolorosas separaciones familiares en la celebración del Día de la Guadalupana.
La jornada en honor a la Virgen de Guadalupe, patrona de América, es muy significativa para los católicos hispanos del mundo entero. A nivel local, la mayoría de las parroquias con ministerio hispano de la Arquidiócesis de Washington convocaron a sus fieles para orar, homenajear a la guadalupana y recordar la experiencia de San Juan Diego.
En parroquias como San Bernardo, de Riverdale Park, Maryland, la celebración empezó el 8, día de la Inmaculada y se extendió hasta el 12 de diciembre.
Para la fiesta guadalupana, acudieron desde antes de la medianoche para dejarle flores a la Madre de Dios, revivir el Milagro de las Rosas, participar en la misa y convivio con comida típica. La celebración incluyó rezo del rosario, representación de las apariciones de la Virgen, danzas folclóricas y procesión. Los fieles disfrutaron de los mariachis que cantaron las mañanitas a la Guadalupana y algunos se mantuvieron orando en vigilia en la madrugada.
