El Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano de Estados Unidos (NCCHM por sus siglas en inglés) estuvo presente en el Jubileo de los Migrantes que se llevó a cabo en el Vaticano a inicios de este mes, acompañando a un grupo de casi cien líderes de la pastoral hispana que peregrinaron en representación de cincuenta diócesis y más de sesenta organizaciones católicas de todo el país.
La jornada incluyó una audiencia jubilar con el Papa León el sábado 4 de octubre y la celebración de la Eucaristía oficiada por el Santo Padre al día siguiente en la Plaza de San Pedro que marcó el Jubileo de los Migrantes y el Jubileo del Mundo Misionero.
Uno de los momentos más conmovedores ocurrió el martes 7 de octubre, cuando los peregrinos de Estados Unidos fueron recibidos en una audiencia privada con el Santo Padre, quien a pesar de estar en su día de descanso, se encontró con ellos y les dirigió unas palabras.
Debbie González, directora adjunta de Liderazgo y Misión de la parroquia Santa Ana en Coppell, Texas, compartió detalles de este momento que se quedará para siempre en su memoria y en su corazón.
"Gracias por todo lo que ustedes hacen, que Dios les bendiga y les fortalezca y que sus corazones siempre estén llenos de fe y esperanza para poder compartir con los demás esa señal que es fruto de la gracia y del amor de Dios", dijo León XIV a este grupo en la entrada del Palacio Apostólico del Vaticano.
"Nos dio su bendición y nosotros no podíamos creerlo porque luego comenzó a ir de persona a persona, nos saludó de mano a cada uno", dijo González a OSV News momentos después de esta audiencia. "Acabo de llorar y todavía me tiemblan las manos", dijo conmovida.
Para González los mensajes del Santo Padre en los que destacaba la labor de quienes, como ella, sirven a la comunidad inmigrante fueron una voz de aliento que los impulsa a seguir con más fuerza en este ministerio en medio del difícil momento que viven los migrantes en los Estados Unidos.
"Tienen en sus manos una tarea muy grande que es acompañar a las personas que realmente necesitan profundamente una señal de que Dios jamás abandona a nadie, al más pequeño, al más pobre, al extranjero", dijo el pontífice, quien enseguida agregó que gracias a su servicio son un importante testimonio especialmente en los Estados Unidos y en todo el mundo "que sufre tanto por la guerra, la violencia y el odio".
Para esta líder pastoral hispana, los inmigrantes a pesar del miedo, mantienen la esperanza y la fe. "Ellos (nos) inspiran porque mantienen su fe y ellos saben que Dios está con ellos. Esperamos que ellos sepan que la Iglesia también los acompaña y los quiere también".
Koren Ruíz es mexicano, llegó a los Estados Unidos hace 27 años, y actualmente vive en Portland, Oregon, con Jessica, su esposa, y sus hijos Axel y Levin. Todos sirven en el ministerio de música en la parroquia Ascensión y acompañaron con su arte las actividades en las que participó la pastoral hispana durante el jubileo.
"Fue un momento bastante emotivo, ahora podemos decir que tuvimos la gran bendición y el honor de cantarle al Santo Padre", dijo Koren, quien comentó que la canción que interpretaron fue "El Cuerpo de Cristo", un tema que incluye fragmentos en español e inglés y que habla justamente de cómo juntos, propios y extranjeros, somos el Pueblo de Dios.
Por su parte Jessica afirmó estar feliz y agradecida de "tener una familia en la que todos somos músicos y compartir nuestro ministerio con todos a través de los regalos de la música".
Para la familia Ruíz esta experiencia será inolvidable. "El primer día que vimos al Papa de lejos fue una emoción. El segundo día, pasó en el papamóvil y lo vimos de cerca y el tercer día estuvimos en el Vaticano, nos saludó y pudimos conocerlo en persona", dijo Koren.
"Cuando él pasó estábamos en shock, con una gran alegría porque estábamos frente al Papa. Lo único que salió de nuestra boca fue que somos una familia musical", relató Jessica, quien coincide con su esposo en que haber vivido este momento como familia fue una bendición.
Elisabeth Román, presidenta de NCCHM, dijo que el grupo asistió a conferencias y eventos de formación, incluyendo una impartida por Monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, quien habló del rol determinante de las herramientas digitales como las redes sociales en la evangelización.
Así mismo, señaló que cruzaron la Puerta Santa de Santa María Maggiore, donde están las tumbas del Papa Francisco y San Pedro, viajaron a Asís, donde depositaron las oraciones y las intenciones que traían de sus comunidades. Allí mismo, Monseñor Anthony Figueiredo les ofreció una catequesis sobre la espiritualidad franciscana, recibieron la bendición con la reliquia de Carlo Acutis y participaron de una Eucaristía en la Porciúncula.
El grupo de la pastoral hispana, dijo Román, estuvo acompañado por el obispo Mark Seitz de El Paso, Texas; el obispo Bruce Lewandowski, de Providence, Rhode Island; y el obispo auxiliar de Washington, monseñor Evelio Menjivar-Ayala.
Román dijo estar agradecida con el generoso gesto del Papa León al saludarlos en el lugar donde él recibe a los dignatarios de los países que regularmente lo visitan en el Vaticano, un encuentro que no estaba en su agenda.
"Lo mirábamos ahí, con nosotros y lo más importante y que nos impactó es que habló en español y para nosotros eso es bien importante", dijo Román, agregando que a veces las personas hispanohablantes son discriminadas en Estados Unidos, lo que intensificó la importancia que el Santo Padre les hablara en español.
"El Papa nos devolvió la dignidad que habíamos perdido, llegamos muchos perdidos, muchos rotos por lo que estamos viviendo en Estados Unidos. Yo vivo en Chicago y me parte el alma ver lo que está pasando en la ciudad donde vivo" dijo Román, quien agregó que gracias a este jubileo y este encuentro personal con el Santo Padre la llenó de esperanza.
Ella también recordó la emoción de un joven del grupo que estaba feliz de haber "respirado el mismo aire que el Papa". Para ella, todos los que participaron de esta peregrinación entienden que Dios los ha llamado a regresar para seguir trabajando en favor de la comunidad inmigrante, con la bendición del Papa y la eterna promesa de un Padre que nunca los abandona.
"El Papa a mí me ha dado esperanza, me devolvió la dignidad como latina, como migrante para ir a luchar por mis hermanos y hermanas, aunque ya lo estaba haciendo, pero ahora sin miedo. La Iglesia está con nosotros, Dios está con nosotros", concluyó Román.
Para Esther García, líder pastoral en la Diócesis de Dallas y miembro de la junta directiva de NCCHM, esta peregrinación que tenía como objetivo común profundizar la fe y fortalecer los lazos de la comunidad hispana dentro de la Iglesia, les regaló "una fuerza y una alegría para continuar nuestro ministerio de seguir acompañando y seguir buscando maneras de acompañarlos de acuerdo a lo que ellos necesitan, algunos necesitarán que los acompañemos con información, con capacitación, con oraciones como comunidad".
"Nosotros como ministros en la iglesia queremos decirles que estamos con ellos acompañándolos, rezando y buscando maneras de mantenerlos informados y decirles que todos somos migrantes, aquí todos vamos caminando y somos una iglesia peregrina en el mundo", afirmó García, quien añadió: "no están solos, somos una familia, una comunidad y tenemos que decírselo, tenemos que mostrárselo con nuestra actitud, con nuestro amor, nuestra esperanza, con nuestra ayuda y nuestra acción".
En este sentido el diácono Pedro Laboy, que sirve en la parroquia San Agustín, en Casselberry, Florida, coincidió con García en que la acción es la materialización del acompañamiento a los migrantes, sea que haya "que ir a hacer bolsas para llevar alimentos o ir a las escalinatas del Capitolio para poder apoyar ciertos proyectos que verdaderamente beneficien a nuestro pueblo, a nuestros hermanos".
Para él, el mensaje con el que vuelve a casa después de esta peregrinación es de seguir comprometido con el dolor del que sufre y a ser un peregrino de esperanza para que la indiferencia no reine en medio de la incertidumbre.
"No (debemos) ser indiferentes, debemos comprenderlos, protegerlos e incluirlos en nuestra comunidad", afirmó.
"Nos impactó muchísimo en las audiencias públicas, lo que el Papa León expone sobre que tenemos que promover una cultura de la fraternidad más allá de todo prejuicio", concluyó el diácono Laboy.