La elección del papa León XIV se ha convertido en un bálsamo de alegría, fe e infinita esperanza para todos los feligreses de todo el mundo. En la parroquia Sagrado Corazón (DC) la concurrencia a las misas se incrementó de manera significativa y es que todos quisieron compartir sus experiencias al enterarse que el Santo Padre de nacionalidad estadounidense-peruana, nació en Estados Unidos y trabajó como misionero en Perú por más de 20 años.
“Todos estamos muy alegres con la elección del nuevo Papa. Ahora nos queda rezar para que su pontificado sea largo y que Espíritu Santo lo ilumine siempre. Es una bendición para la Iglesia y una luz de esperanza para todos”, dijo Emilio Biosca Agüero, párroco de la iglesia Sagrado Corazón.
Destacó el hecho que el papa León XIV es un misionero de la Orden de San Agustín, que trabajó muchos años en Perú, que recorrió todo el mundo, que el papa Francisco lo nombró obispo y luego lo llevó a trabajar como cardenal al Vaticano, lo cual demuestra que es un religioso preparado y conocedor de la realidad mundial.
Señaló que el hecho que sea estadounidense de nacimiento y peruano por elección indica que será un Santo Padre que nos invita a seguir caminando juntos y trabajar por una Iglesia unida y en salida.
“Estamos contentos con la presencia de muchos fieles en la parroquia. Luego de la elección del nuevo Papa siente esa fuerza del Espíritu Santos que los impulsa a seguir siendo parte de una Iglesia sinodal, siempre en comunión y compartiendo el Evangelio”, manifestó el párroco hispano.
El padre Orlando Reyes se mostró complacido con la respuesta espontánea de los fieles al saber que tenemos un nuevo Papa: “Dios siempre está presente en nuestras vidas y ahora la Iglesia necesita que todos los fieles respalden a León XIV”.
Voces
El ecuatoriano Jorge Quintanilla al escuchar hablar español al papa León XIV le provocó una alegría espiritual y sus ojos se le llenaron de lágrimas al saber que había sido misionero y que conocía Latinoamérica: “Estamos felices con la elección del nuevo Papa. Sabemos que es estadounidense, pero habla español, que ayudó siempre a los pobres, que entiende la realidad de los migrantes e incluso de naturalizó peruano. Eso demuestra que Dios escuchó nuestros ruegos”.
La hondureña Rosa Villa admitió que tras la muerte del papa Francisco le pidió a Dios que envíe un Papa que entienda a los inmigrantes, a los que dejaron todo en busca de un trabajo digno que les permita mantener a sus familias: “El Señor escuchó los ruegos de su pueblo y nos mando a León XIV, un Papa que conoce nuestra gente, que nos entiende y que sabe acompañar a los pobres. Tenemos que rezar por él”.
Para la salvadoreña Marco Menjívar, quien pertenece al equipo de voluntarios de la parroquia Sagrado Corazón, la elección de León XIV le representa una inyección de esperanza y entusiasmo para recuperarse de un derrame múltiple sufrido hace ocho meses: “El nuevo Papa se le ve muy sencillo, transparente y cercano a los fieles. Cuando lo escuche hablar llore de emoción y le pedí al Espíritu Santo que lo ayude a fortalecer la Iglesia”.
Rosa, la hija de doña Marco, dijo que desde que se conoció que León XIV era el nuevo Papa, su mamá recuperó la alegría y ahora se ha comprometido a cooperar con las terapias de recuperación: “Desde hace tres meses sufro para convencer a mi madre que colabore durante las terapias de recuperación que recibe en el hospital MedStar, pero desde que escucho hablar al nuevo Papa le entró una alegría y ahora quiere recuperarse pronto para volver a repartir alimentos en la parroquia”.
No cabe duda de que los fieles están felices que el nuevo pontífice defiende con firmeza las propuestas del papa Francisco en materia climática, justicia social, promoción de la paz y respaldo a soluciones que permitan respetar la dignidad de los migrantes en el mundo.
