Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se preparaban para reunirse en Alaska el 15 de agosto, el Papa León XIV rezó para que los líderes mundiales reconocieran el impacto que sus acciones tienen en la población local.
“Que quienes toman las decisiones tengan siempre presente su responsabilidad frente a las consecuencias de estas sobre las poblaciones; que no ignoren las necesidades de los más vulnerables ni el anhelo universal de paz”, dijo el Papa el 10 de agosto.
Después de dirigir el rezo del Ángelus con los visitantes en la plaza de San Pedro, el papa León mencionó las conmemoraciones del 6 y el 9 de agosto del 80.º aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki.
Dicho aniversario “ha reavivado en todo el mundo el necesario rechazo a la guerra como medio para resolver conflictos”, dijo el Santo Padre. “Sigamos rezando por el fin de las guerras”.
El papa León no mencionó a Trump ni a Putin por su nombre, ni rezó específicamente por el fin de la guerra de Rusia contra Ucrania.
El pontífice felicitó a Armenia y Azerbaiyán por firmar un acuerdo de paz durante una ceremonia organizada por Trump en la Casa Blanca el 8 de agosto. El papa León rezó para que “el evento contribuya a una paz estable y duradera en el Cáucaso meridional” tras décadas de conflicto.
También pidió a la comunidad internacional que actuara con rapidez para llevar la paz y la estabilidad a Haití.
“La situación del pueblo haitiano es cada vez más desesperada”, dijo el Papa. “Son continuas las noticias de asesinatos, violencia de todo tipo, trata de personas, exilios forzados y secuestros”.
“Hago un llamamiento apremiante a todos los responsables para que liberen inmediatamente a los rehenes y solicito el apoyo concreto de la comunidad internacional para crear las condiciones sociales e institucionales que permitan a los haitianos vivir en paz”, dijo el Papa.
